“¿Cuándo uno se desenamora tiene la posibilidad real de volverse a enamorar de alguien después de haber sido lastimado? No quisiera convertirme en una mujer que se queda por años sufriendo, aunque la verdad me siento muy desenamorada. ¿Podré volverme a enamorar ahora que han pasado tantos años de separación?”.
1. Todo ser humano es capaz de tomar decisiones y determinar procesos de cambio. Si estos cambios están orientados a crear satisfacción, paz emocional, realización y se trabaja de forma consistente, como un proceso personal de desarrollo. Si es así, hay una alta probabilidad de crecer, de lo contrario, el pronóstico es negativo.
2. Pero cuando se habla de reenamorarse no está hablando solo de darle una oportunidad a la otra persona, está hablando de que este ser humano tendría que demostrar de forma clara, consistente, determinada, coherente y de forma muy consciente una modificación de todo aquello que causó tanto dolor, tal y como usted lo plantea.
3. Cuando el desamor es el resultado del dolor y el sufrimiento o este ha sido la constante en un largo periodo de la relación, hay que hablar de sanarse, de perdonar, de analizar el porqué de todo lo vivido, qué secuelas dejó y luego qué va a hacer a partir de todo lo vivido. Continuar o no es su decisión, pero estos cambios tienen que ser radicales, profundos y no promovidos por uno, si no asumidos por cada quien, de forma tal de que sea una transformación que podría habilitar la posibilidad de una segunda oportunidad genuina y honesta.
4. Pero también llega un momento en el que toca ver la realidad y cuestionar si esta segunda oportunidad nace en un deseo genuino o corresponde a la costumbre al estar habituados a un esquema de vinculación con alguien, aún por debajo de la satisfacción y la paz emocional. Es ahí donde la reflexión tiene que ser profunda antes de lanzarse a la toma de decisiones.