La historia de Renee Gracie, una piloto de automovilismo que decidió convertirse en modelo pornográfica, dio la vuelta al mundo.
Con la cuenta bancaria mucho más abultada que antes, gracias a los más de 14.500 euros (más de 10 millones de colones) que gana a la semana, Renee reconoció en el diario The Sun que darse de alta en OnlyFans y abrir su propia web de subscripción con contenidos pornográficos “ha sido la mejor decisión que he tomado”.
“Me encanta OnlyFans, el concepto y cómo cambió mi vida”, explica la modelo australiana.
“Estoy feliz, me amo a mí misma. Mi vida es mucho más que pornografía. Mi vida no gira en torno al porno y el sexo. Soy una chica normal, tengo sueños, metas y pasiones”, dijo Renee, recordando su paso por el mundo del automovilismo.
La australiana, que también comparte sus contenidos en Instagram, TikTok, Twitch e incluso en Spotify, fue clara al decir que su decisión no le ha causado mal a nadie y sí, muchas alegrías.
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“Lo que hago es legal, pago impuestos, no le hago daño a nadie. Lo que hago por trabajo lo hace todo adulto. Simplemente elijo compartirlo y ganar dinero con ello. No me hace demasiado diferente a cualquier otra chica de mi edad”, explica la despampanante mujer defendiéndose de los que la han criticado por dar el salto del deporte al porno.
Según ella, cuenta con el apoyo de su familia.
“Estás ganando mucho dinero, no pares”, le dijo su padre a Renee Gracie, que pagó 9.000 euros (casi seis millones y medio de colones) para operarse las nalgas al “estilo Kim Kardashian”, animándola a seguir en el negocio del sexo.
En 2019 Renee Gracie decidió cambiar de rumbo su carrera profesional como piloto de V8 supercars y convertirse en modelo para adultos.
La doble moral del mundo del motor con las mujeres y sus problemas económicos para seguir compitiendo propiciaron su cambio de oficio.
“Es gracioso y contradictorio porque en Supercars me vendieron como una piloto sensual y promocionaron como una piloto atractiva. Yo era esa imagen de que el ‘sexo vende’, dijo Renee en el Daily Telegraph contestando a sus críticos y denunciando la doble moral que sufrió en los circuitos.
La mujer dice que después de este tiempo y con su cambio de carrera se dio cuenta de la verdad e insiste en que cuando competía en carreritas “afirmaban que querían promocionar a las mujeres, pero no era así. Querían beneficiarse de ellas”.