Los habitantes de un barrio de Los Ángeles en el que se filmaron escenas de las películas “Rápidos y furiosos” se manifestaron el viernes contra el rodaje de la próxima entrega.
Están hartos, dicen que sus calles se han vuelto desde entonces escenario de carreras de autos ilegales.
Los vecinos se quejaron antes de la filmación de escenas en Angelino Heights, un barrio histórico cercano al centro de la ciudad y residencia ficticia de Dominic Toretto en la película, el personaje que encarna Vin Diesel.
En las populares películas se realizan carreras ilegales conocidas como “tomas de las calles”, en las que una multitud se junta de noche para escuchar rugir a alta velocidad los motores de los vehículos en las vías de la ciudad.
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Para Damian Kevitt, vecino y fundador de la asociación Streets Are For Everyone (Las calles son para todos, SAFE), “Rápidos y furiosos” permitió “glorificar una actividad ilegal” al transformar Angelino Heights en un “destino turístico para las carreras callejeras ilegales”.
“No había carreras callejeras en el barrio antes de que ‘Rápidos y furiosos’ se filmara aquí”, agrega.
Bella, otra residente del barrio que no quiso dar su apellido, afirma que sus hijos sufren traumas por el ruido que los automóviles hacen de noche, y el miedo de ser aplastados.
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Los estudios Universal deberían cambiar de lugar de rodaje, declara, mientras que SAFE exige a la ciudad instalar reductores de velocidad y a decretar una política de tolerancia cero hacia las carreras callejeras.
La asociación también pidió a Universal Pictures agregar una mención en las películas de “Rápidos y furiosos” para incitar a la gente a no participar en las carreras ilegales.
“Rápidos y furiosos 10″ está prevista para mayo de 2023.