El periodista José Miguel Cruz ha pasado en un puro moco desde que se convirtió en abuelo perruno y ahora está a la espera de un milagro.

El famoso “JM”, del programa Más que noticias de canal 7, tiene unas dos semanas de estar sufriendo por uno de los cachorritos que tuvo el pasado 17 de diciembre su perra Kripy de Los Ángeles.

Y es que el pequeño Buffo nació con una enfermedad llamada megaesófago canino, que provoca que todo lo que come lo vomita.

Según le explicó el veterinario al periodista, el perrito tiene un ligamento que le oprime el esófago, lo que hace que la comidita no le llegue al estómago y solo operándolo podría alimentarse mejor.

“De la camada (nacieron cinco) yo elegí al más bonito y lo curioso es que este no era el más bonito, pero él me eligió a mí, fue el primero que llegó a mí, que jugó conmigo, andaba detrás de mí. Entonces se ganó su lugar, he tenido una gran conexión con él. Nunca he llorado tanto por un perro como por él”, contó.

José Miguel dice que ahora más que nunca comprende a los papás que sufren por un hijo enfermo y que hasta le toca hacer de papá canguro y desvelarse por horas para estarlo cuidando.

Si finalmente operan al cachorrito, antes debe hacerle un TAC que cuesta 200 mil colones. La cirugía costaría medio millón de colones.

“Necesito vender tierra orgánica por montón para salvarlo porque ahorita no hay tanta plata, o que me ayuden a rezar y pedirle a San Francisco de Asís porque no sé cómo vamos a hacer”, dijo.

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Kripy sanó una herida

JM contó que cuando tenía cinco años, un perro lo acorraló e intentó morderlo, desde entonces les hacía la cruz a los peluditos; sin embargo, hace tres años decidió comprar a Kripy como un regalo para su pareja Esteban Fernández, porque él sí es gran amante de esos animales.

Desde entonces, la pequeña, de raza bulldog francés, se ha convertido en la consentida de la casa y más ahora que se convirtió en mamá por primera vez.

El vacilón es que Kripy sigue siendo virgen, pues lo que le hicieron fue una inseminación artificial y al final tuvo a sus cachorritos por cesárea.

La idea inicial de ellos era quedarse con cuatro de los cachorritos, pues uno (la hembra) era para el amigo que les prestó el perro para el cruce.

Sin embargo, el mes pasado tuvieron que vender uno porque no les quedó de otra.

“Lo tuvimos que vender para pagar el marchamo. De hecho le pusimos Marchamo como recuerdo. Tuve que convencer a Esteban porque no quería, pero llegó enero, no teníamos plata y teníamos que salir a trabajar, a vender tierra, ir a los restaurantes y no hubo de otra”, contó.

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Nombres únicos

La elección de los nombres de los perritos también fue todo un tema de pareja, pues ambos decidieron ponerles nombres de medicinas ancestrales pues creen mucho en ellas.

Por ejemplo, a los tres que se van a dejar les pusieron Temazcal, Honguitos y Buffo.

Además, a la perrita que ya habían pactado entregar le pusieron “La innombrable”, para no encariñarse tanto con ella.

Y sin olvidar a Marchamo, que se quedó así porque fue el que les salvó la tanda.

El periodista del canal del trencito aseguró que ya no van a hacer que su perrita tenga más hijitos pues ya vieron que no es nada fácil cuidar a los cachorritos.

“Ha sido todo un caos tener cinco cachorros brincando por toda la casa, orinando por toda la casa, llorando a las dos o tres de la madrugada. Tengo unas ojeras increíbles, nunca me había maquillado para presentar y ahora me toca para verme un poco mejor”, confesó.