La periodista de Noticias Repretel Laura Brenes cuenta los días para ponerse su vestido de novia y caminar hacia el altar.
La reportera se casará con su colega Pedro Retana, de deportes de Diario Extra, con quien lleva cinco años de relación y tres de ellos viviendo juntos.
La boda será el 29 de febrero en la playa y la presentadora de noticias nos contó algunos de los detalles de ese día tan especial.
–¿Por qué eligieron esa fecha?
– Queríamos salirnos de lo tradicional. En realidad teníamos dos opciones, el 22 o 29 de febrero y planeando un poquitico dijimos que para que fuera diferente queríamos cumplir cada cuatro años (risas).
– ¿Dónde será la boda?
– Pedro es divorciado (se casó en el 2014) entonces yo dije: ‘si no me puedo casar por la iglesia, quiero casarme en un lugar diferente’. Yo soy muy católica y la verdad mi sueño era casarme por la iglesia, pero para que no me afecte tanto, entonces escogimos que fuera en la playa y nos vamos a casar en Tamarindo, Guanacaste.
La ceremonia será a las 4 de la tarde y va a ser algo muy íntimo porque elegimos un restaurante frente a la playa y solo invitamos a ochenta personas. La ceremonia no creo que dure mucho, como media hora, que es lo que tenemos previsto, para que nos quede el atardecer para las fotos y demás.
– ¿Cómo estuvo la escogencia de invitados?
– ¡Muy difícil!. Se me quedó un montón de gente por fuera porque no pude invitar a primos, a un montón de amigos y compañeros del trabajo, pero es que será algo pequeñito pero bonito. Fue quizá lo más complicado de la planeación, porque tuvimos que limitarnos demasiado, yo quisiera que fuera todo el mundo, camarógrafos, editores, todos mis primos, pero es mucha gente.
– ¿Es de esas novias tradicionales a quien los papás le pagan la boda?
– No, no. La mayoría de gastos los hemos hecho los dos con ahorros, pero igual mis papás nos ayudaron, los papás de él también y los hermanos de cada uno.
–¿Qué tal va a estar la fiesta?
– El horario que nos dieron fue de cuatro a diez de la noche, entonces por eso esperamos que el abogado no dure mucho con lo de la ceremonia. Por eso queremos algo muy rapidito y que hablen mis papás y los papás de él y ya para que empiece la fiesta.
Todo será al aire libre porque el restaurante tiene vista al mar y tendremos un dj y un banda de cinco integrantes, que nos ofreció el mismo restaurante y que son de Tamarindo.
– ¿Están pidiendo algo en especial a los invitados?
– Queremos que las mujeres vayan de un color y los hombres de otro. Digamos, a las mujeres les pusimos que deben ir de verde o champán y los hombres de camisa blanca y pantalón beige. Entonces, todo el mundo nos manda fotos y nos dicen: ‘mirá, ¿este vestido está bien?, ¿puedo ir con este vestido?', ha sido algo complicado.
No sabía que planear una boda era tan complicado.
– ¿Ustedes se han encargado de toda la organización solos?
– Mi tío es como el ‘wedding planner’ (organizador de la boda) porque él hace bodas, es el dueño de The Wedding Factory, entonces se ha encargado de la mía. Ellos se están encargado de toda la decoración, de coordinar con el restaurante a qué hora se sirve la comida y demás. Nada más me preguntaron de qué color quería las flores, el tamaño de los centros de mesa, que si quería caminar con flores alrededor, que si quería un arco en el árbol.
Es que el lugar tiene un árbol muy grande. Eso me ha salvado un montón porque no he tenido que preocuparme por nada de la decoración. De lo que yo sí me he encargado es de la música, porque quería tener un violinista y un guitarrista a la hora de la ceremonia, los anillos y así.
– ¿Por qué le está pidiendo a los invitados que vayan así?
– Porque será al estilo vintage y la idea es que todos los invitados se vean de manera uniforme.
– ¿Cómo le fue con la elección del vestido de novia?
– Yo dije que no iba a ver muchos lugares porque visité como cinco lugares y en cada uno escogía el preferido, pero después dije no, si sigo viendo más vestido se me complica más. Además, por ser de playa se me complicó un poquito encontrarlo, porque no podía ser muy pesado, con la cola muy larga, el color también era otro tema, pero al final voy de blanco y con unos brillitos grises. Llevo una cola un poquito larga, es muy sencillo, pero creo que muy bonito.
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– ¿Ya lo tiene en la casa?
– No porque me falta el último tallaje, lo reservé, porque lo alquilé, no lo compré, como desde noviembre. Pedro sí se mandó a hacer el traje porque quería uno celestito claro.
– ¿Hace cuánto fue la propuesta de matrimonio?
– Fue el 19 de agosto del año pasado y también fue en la playa (Avellanas) porque ya teníamos definido que nos íbamos a casar allá, primero buscamos el lugar y ya después vino el anillo.
Igual nos pasó de que nos fuimos a vivir juntos antes de casarnos (tiene dos años en unión libre). Todo lo hemos hecho al revés.
– Entonces, ¿quiso probar antes del matrimonio?
– Yo soy muy católica y por mi mente ni la de mis papás pasaba el irme a vivir juntos antes de casarme, yo decía que salgo de mi casa casada, pero bueno, las circunstancias se dieron. Empecé a trabajar en Repretel (a finales del 2017) y me quedaba muy lejos de la casa (es de Cartago).
Cuando uno se va a casar le meten demasiado miedo a uno porque dicen que lo más difícil es la convivencia, que no van a aguantar, pero tengo casi tres años de vivir con él y la verdad nos ha ido superbién y no tengo queja de nada. Por eso es que ahora estoy ansiosa, pero no nerviosa por la ceremonia.
Ya pasamos esa etapa de la convivencia, de saber qué nos gusta y qué no en la casa y siento que nos hemos acoplado mucho. Estoy tranquila porque sé que con él todo marcha muy bien y nada, a seguir como venimos.
– Él es divorciado y la gente podría decir que si ya falló una vez lo puede volver a hacer, ¿qué opina de eso?
– Cuando menciono el tema es porque la gente me pregunta ‘¿por qué si es tan católica no se casa por la iglesia?’, entonces tengo que decir que Pedro es divorciado. Al principio era un poco complicado porque yo eso lo respetaba mucho, en el hecho que decía que no podía estar con una persona que tenga hijos o divorciado, pero bueno, es parte de la vida y ahora digo que lo mejor es quedarse callado porque uno no sabe en qué momento va a pasar una situación así.
Lo bueno es que tenemos buena comunicación, confianza entre los dos y respeto, que es lo primordial, así que creo que vamos muy bien.