El periodista Diego Vargas, más conocido como el Mochilero, por su sección en Informe 11 Las Historias, está acostumbrado a echar en su salveque las sandalias, la pantaloneta, la minicámara y el bloqueador para irse a recorrer por todos los rincones del país.
Sin embargo, dentro de unos meses le tocará cambiar la mochila por una pañalera y andar pensando en los pañales, las toallas húmedas y el chupón que le va a tocar jalar.
Y es que el joven aventurero acaba de recibir la noticia de que será papá por primera vez y aunque confesó que no la veía venir dice estar muy contento porque agrandará la familia.
Diego y su prometida, Diana Calderón, tienen 15 años de ser novios y desde hace cinco decidieron irse a vivir juntos. La familia ya es numerosa porque viven con sus perros Camila, Canelo, Kelly, Max y la gata Loly, por lo que ahora tendrán que hacerle campito a la cuna.
El comunicador de canal 11 contó que su novia le dio la noticia el 19 de setiembre, luego de hacerse la prueba de sangre a escondidas con sus amigas.
“Ella había tenido un atraso, pero había meses que le pasaba y yo le había dicho que si no teníamos hijos todo bien, que sentía que así estábamos bien, pero esa noche cuando llegué a la casa me dice toda seria que tenemos que hablar.
"Me dice ‘ahora en la tarde me compré una prueba de embarazo y me salió positiva y ahorita en la noche andaba haciéndome una prueba de sangre’ y le digo yo ‘¿cómo así? y ¿qué salió?’ Y me da la hoja y veo positivo, y a partir de eso entré en shock. Me puse pálido, me senté en el sillón, me dieron ganas de vomitar. Jamás la vi venir”, contó.
El Mochilero confesó que él era de la idea que a uno no le hace falta lo que nunca ha tenido, pero que con los días ha ido asimilando que pronto serán tres.
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El primer susto
Actualmente, el bebito tiene cinco semanas de gestación y aunque quisieron en un principio mantener la gran noticia en secreto, al final Diana no se aguantó y lo publicó en sus redes sociales.
Diego es hijo único y según dijo, su mamá es la más contenta de todas porque tenía tiempo de estar añorando un nieto.
Aunque ahorita todo es felicidad y puros chineos, hace unos días se llevaron un pequeño susto porque Diana tuvo síntomas de aborto y la mandaron a descansar unos días a la casa.
“Le hicieron un ultrasonido y resulta que como que la telita que envuelve al embrión tenía un huequito y tenía cincuenta por ciento de probabilidades de que el embarazo pegara o que tuviera un aborto natural. Diana estaba asustadísima, pero a la semana siguiente le dijeron ya se escuchaban los latidos del corazón del bebé y que el huequito se había cerrado un poco y la dieron de alta”, explicó.
Desde entonces, el reportero dice estar chineando más que nunca a su prometida y que ahora antes de irse para el canal trata de hacer todo el oficio posible para que ella no tenga que estarse preocupando más de la cuenta.
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Del susto a la ilusión
De momento no saben si tendrán un niño o una niña, pero ya le están haciendo números a los posibles nombres.
Diego quiere que se llame Lía y su novia dice que si es varón le gusta el nombre de Andrés. Aunque ambos sueñan que sea una niña y que salga aventurera y deportista como ellos.
Eso sí, el futuro tata dice que no ha dejado de pensar qué va a hacer cuando nazca su hijo porque él no es de alzar chiquitos y siente que no tiene ese instinto de ternura y debilidad por los bebés.
“Vieras que es que tengo un corazón tierno, pero con los perritos, a mi me inspira ver un perro ajeno y acariciarlo, en cambio un niño, lo veo y digo que es bonito, pero de lejitos. Yo no tengo como ese instinto paterno; sin embargo, la noticia me tiene muy contento, no pensé que me iba a poner tan feliz tan rápido”, confesó.
A puros antojos
Estas primeras semanas Vargas ha tenido que echar en su mochila cuanto antojo le pida su mujer, en especial los paqueticos de yucas tostadas.
Diana por su parte contó que ahorita está sufriendo con los achaques, pues está con muchas náuseas y acidez, pero que espera que dentro de pocos días se le quite.
En cuanto al tema de la boda, la tenían pensada para el próximo año, pero debieron engavetar el tema por un tiempo porque ahora la platica que tenían pensada invertir en la pachanga irá para la compra de la cuna y demás cositas del futuro mochilerito.