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Las presentadora Patricia Figueroa fue la invitada esta semana en el podcast de las periodistas Lizeth Castro y Adriana Durán, llamado “Cóntanos tu historia con Adri y Liz”, y terminó llorando al recordar un duro capítulo de su vida personal.
Para empezar, la peruana recordó que llegó a Costa Rica a inicios de los años noventas como participante de un concurso de belleza y quedó tan enamorada del país que decidió quedarse vacacionando como un mes.
En ese momento fue que conoció a su todavía esposo Arnoldo Madrigal, mejor conocido como “Macho”, con el que tiene ya 32 años de casada.
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Ambos tienen una hija de nombre Estefanía, pero según contó la conductora de Giros, antes de ella tuvo otra hija de nombre Tamara, la cual falleció después de nacida.
“Eso fue hace 29 años, casi 30, porque Tamara cumpliría en octubre 30 años. Vamos para sala de partos, para cesárea porque había que sacarla porque estaba volteada. Lo cierto es que di a luz, Macho recibe a la gorda, ¡una cosa hermosa!. Todo bien hasta ahí, y le da un paro cardiaco y se le revienta un pulmón a la gorda, a las horas que nace, habían pasado como hora y media”, contó.
“Pati” contó que fue hasta después que descubrieron que su bebé venía con una cardiopatía, es decir, que la membrana de su corazón venía muy débil. Su muerte fue una de las situaciones más duras de enfrentar, según reconoció.
“Fue durísimo, pensábamos que mejoraba porque el corazón lo tenía como un 10% de funcionamiento o menos, pero empezó a mejorar, subió como a un 45% de funcionamiento y dijimos: ‘¡wow! ya!’. Estábamos como en el cuarto o quinto día (de nacida) empezó a ponerse con las piernitas moradas y eso era que ya no le estaba llegando bien la sangre, las cosas no estaban bien definitivamente, y bueno, se fue al cielo al sétimo día exactamente”, dijo entre lágrimas.
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La figura de Repretel, por más de 26 años, aseguró que su primera hija es un ángel en el cielo que la cuida a ella, a su esposo y a su otra hija y, que a pesar del duro capítulo que vivió, la llegada de Estefanía la llenó de fuerzas.
Figueroa mencionó que ella es muy creyente en Dios y que comprendió que fue una decisión de Él que las cosas pasaran así, pero que su esposo no pensaba igual y que eso al principio les generó problemas como pareja.
“Yo te soy honesta, pensé más de una vez que mi matrimonio se iba a acabar, para serte honesta, pero no, gracias a Dios los dos pudimos conectar, los dos pudimos decir: ‘bueno, vámonos’, y al año y medio después estábamos de nuevo con toda la ilusión de un nuevo embarazo”, dijo.
A la vez reconoció que con en segundo embarazo sintió mucho miedo a la hora de dar a luz, pues moría del susto de que le volviera a pasar lo mismo, pero al final terminó teniendo un parto natural en el hospital San Juan de Dios donde la chinearon un montón y hoy en día ella y su esposo son muy feliz con su hija Stefanía, de 26 años, y que jamás se olvidarán que también existió Tamara.
