En el segundo programa de la sexta temporada de “¿Quién quiere ser millonario?” sobresalieron las respuestas incorrectas.
Haber dicho “respuesta definitiva” a una opción equivocada hizo que los participantes de la noche se quedaran sin recibir tantos millones como habrían deseado.
La primera en sentarse en la silla caliente, y frente a Ignacio Santos, fue Cindy Mora, de Heredia y quien llegó a la pregunta 11, cuyo valor era de ¢5 millones.
Sin embargo, eligió una respuesta mala y dejó ir 2 milloncitos. Al final se ganó los ¢3 millones (¡nada mal!), que ya tenía asegurados al superar la décima pregunta.
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La técnica en imágenes médicas no supo responder que a James Cook se le dice “el cartógrafo de los mares” y le tocó bajarse de la silla.
Santo no lo iluminó
Pero quizás el momento más frustrante lo vivió el segundo participante, Andrés Barquero, a quien se le fueron de las manos en segundos ¢2,5 millones.
El ingeniero en sistemas logró llegar a la pregunta 10, con la cual se aseguraría ¢3 millones, pero al final eligió la respuesta que no era después de usar el comodín de 50 y 50. De las dos opciones que le quedaron escogió la mala.
Andrés contó que fue falta de suerte y que al calor del momento se confió en que era la respuesta.
Le preguntaron cuál era el santo de los científicos y creyó que era san Cayetano, cuando lo correcto era san Alberto Magno.
Este vecino de Heredia contó que a pesar de que no se ganó tanto dinero como le habría gustado, quedó muy feliz porque recibió ¢500 mil que antes no tenía y que podrá usar para los estudios de su hija y algún paseo familiar.
“Sí estaba nervioso porque uno no se la cree de estar ahí. Me gusta investigar cosas que me salen en la vida cotidiana y este tipo de formatos, donde ponen a prueba el conocimiento, me llaman mucho la atención”, dijo.
Al final Andrés se retiró del programa sin usar el comodín de la videollamada, que quizás le habría servido para asegurar los ¢3 millones, pero ni modo.