La silla caliente de ¿Quién quiere ser millonario? recibió este martes a dos mujerones que demostraron lo inteligentes que son.
La primera en sentarse fue Andrea Bermúdez, vecina de San Sebastián, quien con su personalidad agradable fue escalando preguntas hasta llegar a la número 11. Donde le soltó un buen piropo a don Ignacio Santos.
Andre, de 27 años, se llevó cinco millones de colones, un monto nada despreciable para su primera vez en televisión.
La joven dijo estar bastante nerviosa y conforme fue avanzando el programa se le iba notando más, incluso estuvo al borde de las lágrimas en una ocasión. Llegó acompañada del abuelito de su hijo, don Juan María Ramírez.
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La pregunta con la que se tuvo que retirar fue una bastante dura, ¿cuál es síndrome que da taquicardia por ver algo bello?
La respuesta correcta era síndrome de Stendhal y como ella no la sabía, apeló por salir por la puerta grande diciéndole a don Ignacio Santos un piropo, antes de retirarse, pues ya no tenía ningún comodín disponible.
“Algo así muy bello como estar aquí a la par suya viéndolo”, dijo entre risas, ya para ese momento los nervios quedaron atrás.
Contó que fue al programa para ganarse una platita y ayudarse con unos gastos que tiene con su hijo Ian, de siete años.
Como la participación de Andrea se extendió bastante tiempo, la otra concursante llamada Hazel Serrano, vecina de Desamparados, tendrá que esperar hasta la otra semana para saber cuánto dinero se llevará del programa de Teletica.
De momento, llegó a la primera zona segura de quinientos mil colones y se le veía tranquila en su andar. Ojalá que le vaya igual o mejor que a Andrea. Con suerte se lleva los ¢30 millones.