Paris, hija de Michael Jackson, hizo conmovedora revelación en la que se refiere a las dos adicciones con las que ha tenido que luchar.
A través de un video en sus redes sociales, confesó ser alcohólica y adicta a la heroína; sin embargo, explicó que lleva cinco años libre de todo eso, y que se siente tan profundamente agradecida que decirlo de esa manera no es suficiente para reflejar la magnitud de sus sentimientos.
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“Es porque estoy sobria que hoy puedo sonreír, hacer música, tengo la oportunidad de experimentar la alegría de amar a mis perros y gatos, puedo sentir el corazón roto en toda su gloria, llorar, reírme, bailar y confiar. Siento el sol en mi piel y está caliente”.
“He descubierto que la vida sigue sucediendo, independientemente de si estoy sobria o no, pero hoy tengo que aparecer para ello. Aquí hay una pequeña foto de lo que ha sido posible debido a mi sobriedad, y Dios mío, no puedo creer que casi me lo perdí todo”, fueron parte de sus palabras.
Paris es hija de Michael Jackson y Debbie Rowe y fue criada por su padre. Ella tenía 11 años cuando el Rey del Pop falleció en el 2009. Tras la muerte del artista, ella y sus hermanos, Prince y Blanket, quedaron a cargo de su abuela, Katherine Jackson.