La comunidad LGBTQ ganó de a poco un lugar en la televisión de Estados Unidos después de estar casi ausente en la televisión durante mucho tiempo.
Sin embargo en los último 20 años se han dado claros avances, aunque ciertos obstáculos permanecen.
"Para entender lo que era la homosexualidad en la televisión antes de 1969, hay que volver a ver el reportaje “The Homosexuals” (1967), que trataba la idea de la homosexualidad como una enfermedad”, explica Robert Thompson, profesor en la Universidad de Syracuse.
Cuando aparecían en las series de ficción, los personajes gais eran ridiculizados, caricaturizados o presentados como pervertidos y a veces peligrosos.
El “Television Code”, una guía oficial de las buenas costumbres de la televisión gringa, instaurado en 1952, prohibía toda referencia a otra sexualidad que no fuese la hetero. Este espacio fue suprimido en 1983.
A partir de esta época, los roles LGBTQ se tornan cada vez más numerosos, aunque existen más bien por su orientación sexual más que por el interés del personaje.
A comienzos de los noventa, el cine da un viraje decisivo con una serie de filmes, entre ellos “Filadelfia” o “My own private Idaho”.
La televisión esperó hasta el 30 de abril de 1997, ya que por primera vez, el personaje principal de una gran serie, “Ellen”, revela su homosexualidad en un episodio que pasó a la historia.
El efecto fue aún mayor porque la actriz Ellen DeGeneres “salió del clóset” al mismo tiempo. Algunos anunciantes le retiraron su apoyo, grupos religiosos organizaron manifestaciones y el pastor ultraconservador Jerry Falwell la bautiza como “Ellen DeGenerada”.
Luego, personajes gais aparecen en las series “Will & Grace”, en “ER”, “Dawnson’s Creek” y “Spin City”. En febrero de 2001, “Buffy la cazavampiros” muestra un beso lésbico, algo inédito para una exitosa serie.
El público se muestra abierto en general a esta diversidad sexual, que permite a un sector de los espectadores sentirse representados por primera vez.
La llegada del cable, y luego del streaming, abren también un nuevo espacio de creación.
En 2007-08, 1,1% de los personajes recurrentes en las grandes canales estadounidenses eran LGBTQ, según la asociación de los derechos homosexuales GLAAD.
Para 2018, la proporción subió a 8,8%, cerca del doble de los adultos gringos que dicen pertenecer a esta comunidad (4,5%), según un sondeo Gallup de 2017.
Desde 2013, la televisión se abre también a los transgénero, con “Orange is the New Black”, “Transparent” y “Pose”.
A pesar de ese crecimiento, sienten que todavía los primeros roles escapan aún generalmente al universo LGBTQ.