“Con mi esposo tengo múltiples problemas. Creo que el principal es que no me escucha, porque no importa lo que le diga, todo lo minimiza. Él es una persona fría, solo se preocupa por trabajar y resolverle la vida a todo el mundo, mientras que nuestro proyecto de vida y de pareja, no está bien. No tenemos comunicación, no hay afecto ni sexo, no hay espacio de pareja, solo hay tiempo para trabajar o resolverle la vida a sus padres o sus hermanas. Yo ya no quiero nada más y me separé, pero él dice que el problema soy yo”.
1. Abordar cualquier problema en la vida de pareja, desde el señalamiento, la crítica, la descalificación, la minimización, la proyección de responsabilidades en un solo miembro de la pareja, disminuye las posibilidades de resolución, ya que hay uno que culpa, pero no aporta. Una relación siempre será un tema de dos y es de vital importancia tener esto muy claro.
2. Toda pareja debe reconocer, asumir, entender y tener muy claro cuál es el origen de una dificultad y qué aporta cada uno en la situación para así entender las posibilidades reales que hay para encontrar una solución.
3. En la vida de una pareja se necesita balance financiero, tiempo en el trabajo, integración familiar, espacio para el desarrollo de proyectos personales, así como un balance de tiempos en el proyecto de pareja. Ahora, cuando la balanza se inclina a un solo lado, se van experimentar vacíos en diferentes áreas.
4. Se requiere una visión de trabajo en equipo, no un proceso de culpabilización, se necesita una visión de análisis objetivo para encontrar soluciones y abrirse a entender el problema y cómo les afecta. Solo de esta manera podrán encontrar alternativas de solución, para ello es importante no caer en la culpabilización, en el señalamiento y construir una visión de equipo que permita una sana resolución, en caso contrario siempre se van a crear una complicaciones mayores.