Como si se tratara de un uniforme real, tres asistentes a la boda de Meghan Markle y el príncipe Harry lucieron el mismo vestido durante la ceremonia.
Curiosamente el vestido, un diseño de Self-Portrait, una firma que se especializa en crear ropa de alfombra roja a cómodos precios, había sido usado por la actriz que interpretó a Meghan en la popular película Harry y Meghan: un romance real.
Markle ha usado, en varias ocasiones, diseños de esta firma por lo que las invitadas pensaron que iban a atinar con el vestido combinado de falda plisada, que cuesta alrededor de ¢270.000 y está disponible en midi (media pantorrilla), largo y palabra de honor (escote que cubre los pechos, pero no lleva tirantes).
El drama de usar el mismo diseño fue captado por una usuaria de Twitter, quien no se perdió ningún detalle de la ceremonia en la televisión.