Esta es una expresión muy común cuando en una relación de pareja uno o ambos ponen sobre la mesa la necesidad de revisar algo de su vida que no está bien.
1. Hay detalles que están asociados a la responsabilidad como los pagos, comprar la comida, los impuestos, la limpieza, sacar la basura, el apoyo financiero para el estudio, en fin, una serie de conductas de proveeduría y trabajo que forman parte del amor y que se hacen como un detalle, y que es importantísimo reconocerlos, pues esto da estabilidad financiera, emocional y mucho más.
2. Es importante invertir en el estructura emocional de una relación. Por ejemplo, si su pareja le dice: “vamos a comer”, y su respuesta es: “aquí hay de todo”, claramente habrá momentos en los que la situación financiera los tiene que llevar a valorar si comer fuera versus comer en casa como una estrategia para cuidar los costos y es totalmente válido.
3. Si su pareja habla frecuentemente de conexión, de detalles de ir a un concierto, ahorrar para hacer un paseo o hacer cosas diferentes, su respuesta no puede ser: “vea la refrigeradora está llena de comida no se queje”, pues la propuesta va más allá de tener cosas, es crear espacios en una relación.
4. No se trata de salir por salir, se trata de conexión y actitud para fortalecer la parte emocional, porque de igual forma podrían quedarse en casa, pero si disponen una musiquita de fondo, se preparan unas boquitas, comparten una bebida, se desconectan de los celulares y de las redes sociales para prestarse atención, de esta forma pueden tener un momento mágico en la casa, y esto va a sumar mucho.
5. Reconocer todo el aporte económico y el trabajo en la relación como un detalle no solo como un eje de responsabilidad es importante, pero que todo esté limpio, ordenado y pagado no sustituye la expresión de afecto. La creación de momentos comunes es importantísimo para mantener el afecto activo, sano.