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A miles de kilómetros de Costa Rica, la presentadora Natalia Rodríguez recordó la vez que estuvo a punto de morir al cumplirse cinco años de la tragedia que casi acaba con su vida en su propia casa.
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La presentadora de canal 7 se fue para Egipto con su mamá a pasar las fiestas de Navidad y Año Nuevo, y desde allá, el pasado 24 de diciembre recordó el duro momento que vivió ese día del 2019.
“Feliz cumpleaños a la pierna más carga del mundo. Gracias a la Dios por la vida y por darme la oportunidad de disfrutarla un año más, llena de aventuras. Cinco años de gratitud siempre con mi esposo, te amo, gracias por ser mi héroe en este mundo mundo físico, a esa voz y los ángeles que me ayudaron en mi accidente a sobrevivir, algún día los veré de frente y los abrazaré por la eternidad. Querida pierna gracias por ser parte de mi cuerpo aún”, posteó Naty en Instagram.
La guapa acompañó el mensaje de varias fotografías en las que mostró su pierna izquierda y las cicatrices que le recuerdan el gran accidente casero que sufrió esa vez y por el casi muere desangrada.
Para la presentadora de ¡Qué buena tarde! y Sábado feliz, el 24 de diciembre del 2019 ella volvió a nacer, pues su vida estuvo bastante comprometida al sufrir serias heridas luego de romper con su cuerpo, de forma accidental, un gran vidrio de su casa.
Los vidrios le destrozaron la pierna izquierda y le provocaron peligrosas heridas que desde entonces, cada 24 de diciembre, ponen a reflexionar sobre esa tragedia a la simpática figura de la televisora del trencito.
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El accidente ocurrió a las 10:03 de la mañana y fue gracias a su entonces novio, el médico Emilio Garro –quien hoy es su esposo– que la presentadora no murió en el lugar.
“Si él no hubiera llegado a tiempo por mí no les estaría escribiendo este mensaje. Estaba a minutos de morir desangrada, ya no sentía mi cuerpo y tenía mucho sueño”, relató Naty sobre aquel terrible momento.
Debido a eso, la risueña presentadora estuvo internada por un tiempo en el hospital México, donde requirió de múltiples transfusiones de sangre y una operación que duró casi cinco horas.
Dichosamente Naty vivió para contar lo sucedido y su pierna no la perdió gracias a una reconstrucción de músculos, nervios y de una arteria que perdió.
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