La cobertura del paso del huracán Otto por Upala en el 2016 marcó para siempre a la periodista Natalia García y hasta la llevó a ganar un año después el premio Jorge Vargas Gené, que otorga el Colegio de Periodistas.
Allí conoció gente maravillosa en medio de la tragedia y el dolor. Entre sus recuerdos guarda una foto muy especial que, según nos contó, desea repetir, solo que tiene un pequeño problema: no recuerda el nombre de la persona que sale con ella.
Para ese entonces ella era reportera de Noticias Repretel y le tocó transmitir todos los impactantes daños que provocó el huracán y pasó una semana en el lugar. De hecho, un día le tocó hacer una transmisión que duró horas, ante la magnitud de los daños.
Fue precisamente la noche del 25 de noviembre de 2016, cuando terminó de transmitir para el noticiero, luego de horas sin comer, sin dormir y hasta sin bañarse, que ocurrió ese bello momento que guarda con mucho cariño.
“Upala cerraba el primer día de la tragedia. Un señor se me acerco y sin conocerme me pidió un abrazo… ‘Muchas gracias, Natalia’, me dijo. Y yo estallé en llanto, no podía parar, mi corazón latía a mil”, recordó.
LEA MÁS: Natalia García fue la única que salió ganando con el huracán Otto
Naty contó que lo que más le duele es que no recuerda ni el rostro del señor, pero que le encantaría volver a verlo porque fue un momento muy especial para ella.
“Probablemente, si me lo topo en la calle no lo voy a reconocer, pero el calor y la fuerza de ese abrazo nunca lo voy a olvidar. Al día de hoy no sé qué me agradecía, yo solo le entregué mi corazón a un pueblo maravilloso que hasta el día de hoy siento parte de mí”, mencionó la ojiverde.
Esta cobertura sucesera tampoco la olvidará porque la acercó al amor de su vida, su ahora esposo Blas Enrique Sánchez, quien es geólogo de la Comisión Nacional de Emergencias, y a quien conoció durante la tragedia.
García ahora es presentadora del noticiero Telediario, de canal 8, en su edición de las 7 p.m., y ya dejó atrás el reporteo diario o las coberturas de sucesos que tanto le encantaban al inicio de su carrera.
De hecho, ahí tiene guardadas las botas de hule que antes solía andar casi que todos los días cuando andaba cubriendo desastres naturales.