Una de las modelos más bellas y que nunca pasará de moda es la ahora empresaria Nadia Aldana, quien a sus 44 años tiene un cuerpo de infarto y que cualquier chiquilla se desearía.

La colocha asegura que es gracias a la genética, así como al ejercicio que aún conserva esas curvas de cuando salía en A todo dar, aunque reconoció que fue hasta en época de pandemia que se hizo más disciplinada con el gimnasio.

Eso sí, esa responsabilidad también la adquirió gracias a su esposo, Marco Antonio Piñeres, quien siempre ha sido muy deportista y en época de encierro le dio por hacerse un minigimnasio en la casa y así fue como le fue agarrando el gusto a los ejercicios.

“Yo voy (al gimnasio) por lo menos cuatro veces a la semana y siempre he hecho funcionales, sí uso pesas, pero no máquinas, y vieras que me gusta muchísimo porque es un entrenamiento rápido, pero muy eficaz. Son solo 50 minutos, pero poniéndole y por eso me gusta mucho porque tengo que invertir poquito tiempo y sí he visto los resultados”, contó.

La guapa empresaria, además, nos confesó que lo que más le gusta es tonificar las piernas y los glúteos y que hasta el momento está muy feliz con los resultados de tantas sudadas.

“Me gustaría ganar más masa muscular y para eso tendría que hacer un ejercicio más focalizado; sin embargo, siento que el funcional sí me ha ayudado a definir un poco, siento que sí he tonificado un poquito y hasta el momento estoy contenta con este tipo de entrenamiento”, agregó.

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Se restringe algunos alimentos

Lo más importante para ella es que desde que se volvió más constante con las idas al gimnasio ha notado muchos cambios en su cuerpo y en su actitud, pues ahora se siente con más energía y motivada al iniciar el día.

“Me gusta muchísimo hacer ejercicio porque me da mucha energía, de hecho me gusta hacerlo en la mañana porque siento que me motiva mucho para lo que tengo que hacer durante el día. Me siento muy bien, me siento fuerte y eso me encanta, saber que puedo correr y que tengo buena condición física”, mencionó.

Ella asegura que tanto esfuerzo no funcionaría si no lo combina con una buena alimentación y con el consumo constante de agua.

“De nada sirve matarse uno en el gimnasio o ir todos los días si uno no trata de comer bien, de forma saludable, entonces trato de tener una alimentación balanceada y hace un tiempo empecé con un plan en el que no como arroz, no como pan, solo de vez en cuando, más que todo lo que consumo son proteínas, grasas y vegetales”, dijo.

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