Los brasileños son buenos para la fiesta y mucho más cuando se trata de fútbol, es por eso que, durante la mejenga ante los ticos, los sudamericanos montaron la pachanga.
La ciudad de San Petersburgo, sede del encuentro, se llenó de samba y de toda la alegría que solo ellos saben ponerle a la Copa del Mundo.
Además, quienes no pudieron asistir a Rusia, se reunieron en diferentes puntos de ese país, vestidos con atuendos verdes y amarillos.
Algunas más atrevidas decidieron pintarse su piel con colores de la bandera brasileña, en vez de usar una camisa, siendo sensación para propios y extraños.
Esto sucedió en el barrio de Alzirao, en Río de Janeiro, donde una buena cantidad de fans de la Canarinha se reunió para tirarse la mejenga, pero sin dejar de lado la sensualidad y picardía que siempre los ha caracterizado.
Un gran inspiración para los jugadores a cientos de kilómetros.
Al menos 10 brasileñas pintaron sus cuerpos y disfrutaron (e hicieron disfrutar) a todos los asistentes a la actividad que se cerró con broche de oro, gracias a las anotaciones de Coutinho y Neymar al final de partido, que hicieron soñar a los verdeamarelas con avanzar a la segunda ronda del Mundial.