Una mujer argentina que estaba antojada de un heladito se llevó un premio a la improvisación, luego de entrar sin mascarilla a una heladería en la provincia de Mendoza, Argentina.
Según informa El Clarín, los distintos cambios en los protocolos para prevenir el aumento de casos de coronavirus en ese país han hecho que se generen ciertas dudas a la hora de ingresar a comercios, restaurantes o eventos al aire libre.
LEA MÁS: Jalé Berahimi por poquito y sale desnuda
Ante la negativa de los empleados por atender a un grupo de personas que no contaba con mascarilla, la mujer decidió usar su propio vestido como tapabocas e ingresó en ropa interior, causando sorpresa entre todos los presentes.
La singular aplicación del protocolo sanitario tuvo lugar en la heladería de la cadena de franquicias Grido, ubicada en el barrio Trapiche de la localidad de Godoy Cruz, uno de los más populosos de la ciudad.
Hasta allí se había dirigido un grupo de once personas, que quisieron pasar por algo dulce para cerrar la noche en el negocio ubicado sobre la calle Italia esquina de Río Mendoza.
Al no llevar protección, los empleados de la heladería pidieron al grupo que se retirara y se negaron a servirles debido a la normativa sanitaria que no permite atender a quien no cuente con tapabocas.
En la puerta la mujer comenzó a quitarse el vestido que llevaba puesto, se lo ató a la cara y avanzó nuevamente sobre el mostrador donde estaban los heladeros, pero esta vez en ropa interior.
Aún más incómodos que cuando ingresaron sin mascarillas, los empleados de la heladería le volvieron a pedir a la mujer que se retirara, mientras ella les señalaba que ahora sí tenía elementos de protección.
“¿No me pedís tapabocas? Me lo estoy colocando”, comentó la mujer de acuerdo a la filmación que quedó registrada en las cámaras de vigilancia del local.
Además de los empleados de la heladería, una familia también presenció la insólita situación, que causó bastante desconcierto en el hombre y la risa bastante bien disimulada de un grupo de muchachas.
El hombre intentaba mirar al frente y ver qué gusto de helado elegir, mientras que otra mujer señalaba la cartelería. Todos actuando de la manera más normal
De acuerdo a lo que publica el portal Diario Mendoza, que obtuvo las grabaciones de la cámara de vigilancia, el grupo encabezado por la nudista finalmente pudo llevarse el helado. En total compraron los once conitos de tres bolitas, que disfrutaron apenas salieron del local.