La muerte de Johanna Gómez Chaves, una de las protagonistas de los reportajes Sueños de Navidad, de Teletica, conmovió a muchas personas que siguieron su historia, pero también a quienes la contaron.

Gómez, de 24 años, falleció este miércoles debido a un cáncer de cérvix que le afectaba desde hace varios meses y que se extendió a los pulmones, el cerebro y a otras partes del cuerpo.

La historia de ella tocó el corazón del periodista Christian Montero, que fue testigo de la ruda realidad que vivía la mujer.

Cuando iniciaron los reportajes, ella era la cabeza de un humilde hogar a la orilla de un río en La Cochea en San Josecito de Alajuelita y tenía a su cargo a su bebé de dos años, así como de sus dos hermanos: Ana, de 15, y Emmanuel, de 17 años, a quienes rescató de un ambiente de violencia familiar. Además, tenía que luchar contra esa dura enfermedad.

Montero se enteró de la situación de Gómez y no lo pensó mucho para moverse y empezar a colaborar, sin saber que sus acciones derivarían en cumplir el sueño de la mujer de dejar a sus familiares con una casita digna y propia antes de fallecer.

“Me dio mucha tristeza al enterarme porque en el fondo del corazón yo guardaba la esperanza de que al menos ella pudiera sostenerse un poquito más con la enfermedad, claro, el cuadro que los médicos nos habían explicado de ella era irreversible, pero uno humanamente se aferra a la vida y quería que por lo menos pudiera disfrutar más de lo que ella soñó, que era la casa”, dijo Montero.

Christian se dio cuenta, en noviembre del año pasado, de la petición que le hizo Gómez a una amiga de la infancia llamada Andrea Rojas, quien labora en la clínica del dolor del hospital de la Mujer.

“Ella le solicitó alguna nota para ayudar a la muchacha. Fui instrumento que Dios usó para que esa muchacha tuviera un final en paz”, agregó.

Destinado

A él el caso lo impactó y a pesar de que no suele trabajar este tipo de notas, pues es más del lado sucesero e investigativo, lo hizo para colaborar.

“Al ver el caso que era tan dramático lo hablé con mi jefe, Lázaro Malvarez, ese día yo estaba de vacaciones y cuando regresé se lo comenté a los demás compañeros porque yo no estoy acostumbrado a trabajar esos casos y desconocía cómo proceder.

“Todos coincidimos en que era un caso que ameritaba entrarle con todo, por lo dramático que era. Lo que nadie vislumbró fue que la respuesta de la gente iba a ser tan abrumadora, ese caso desde la primera nota que hicimos fue muy apoyada, imagínese que me contactó una representante de un grupo de costarricenses que viven en Suiza, ellos hicieron un bingo y se lo mandaron a la muchacha, yo me quedé con la boca abierta de la ayuda que le brindaron”, aseguró el periodista.

El compromiso de Christian con el caso no se quedó solo en los televidentes, pues también, gracias a la ayuda de su amigo músico Alberto Durán, organizaron un evento para recolectar platita para Johanna.

“Fue algo impresionante porque él no solo consiguió los músicos, también el lugar, que fue el Yellow submarine (en Moravia), además el dueño del local puso dinero y todo lo que se recolectó para ayudarla. A mí se me hizo un nudo en la garganta porque nadie la conocía y estaban haciendo de todo para colaborar”, recordó.

Ed Quesada, ganador de Tu cara me suena, también participó y le echó el hombro a la actividad.

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Sueño de Navidad

Los reportajes de Sueño de Navidad se hacen con mucho tiempo de antelación, por lo que solo un milagro podría hacer que el caso de Johanna ingresara a esta campaña, algo que finalmente ocurrió.

Según cuenta Christian, la historia llegó al Club de Leones y ellos junto con la jefatura del noticiero hicieron todo lo posible por incluirla, sin duda que fue un caso excepcional.

“Fue el último caso que entró, como si fuera la ‘Saprihora’, tanto así que se tuvo que acelerar todo el proceso para que a la muchacha le dieran la casa en Grecia y cuando se la dieron yo me emocioné mucho, lloré porque para mí fue algo increíble y eso gracias a toda la gente que se solidarizó con el caso.

“La mayor mortificación de ella era morir y que los chiquitos no tuvieran dónde vivir”, dijo el comunicador.

Montero recuerda que se vinculó tanto con la historia que incluso le pudo llevar un quequito, helados y una piñata al joven Emmanuel para su cumpleaños, esto en conjunto con varios colegas y la representante de los ticos en Suiza.

La historia fue una comprobación para Christian de que hizo lo que debía.

“Uno muchas veces se topa con casos así y crea mucha empatía con las personas en desgracia, pero evidentemente este es uno que me marca por todos los aspectos que tenía a su alrededor”, afirmó.