En la Familia Arcoíris no se complican con los temas de admisión, así que es bienvenido cualquiera que se rija por los valores de la paz mundial y la no violencia, que ande desnudo y no tenga vergüenza a la hora de tener relaciones sexuales en frente de un montón de gente.
Otros requisitos son prescindir de aparatos electrónicos y productos químicos. No hay obligación de aportar dinero a la comunidad, pero sí se pasa un sombrero en el que cada uno deposita lo que puede para comprar suministros y comida para todos.
Esta llamativa “familia” está integrada por 200 personas, entre los que hay menores de edad, y da mucho de qué hablar en todo el mundo, pues su miembros llevan varios días teniendo sexo sin descanso en un monte ubicado en La Rioja, en el norte de España.
Ellos basan sus actividades y movimientos de acuerdo a las fases de la luna.
Debido a sus actos, se desplazaron varias patrullas de la Guardia Civil española al lugar y analiza si avanza con el desalojo. Hasta el momento no se encontraron drogas, pero sí una gran cantidad de pastillas de viagra.
La situación es irregular porque, además de no contemplar el cumplimiento de ninguna norma, los integrantes de este grupo van desnudos y hay varios niños entre ellos. La comunidad de “La Familia Arcoíris” tiene su origen en Estados Unidos y desde allí se expandió a otros lugares del mundo, según diario El Clarín.
En el poblado instalado a 70 kilómetros de Logroño, en España, no hay normas: ni sociales ni de higiene. Desnudos, sexo libre y sin mascarilla en plena pandemia, los miembros de la comuna cocinan en una fogata los alimentos que llevaron en sus vehículos. En otra hoguera de mayores dimensiones, el llamado “fuego sagrado”, los miembros hacen yoga, cantan y bailan.
De vez en cuando coquetean con drogas naturales como la ayahuasca, que los lleva a un nivel de espiritualidad que, en ocasiones, dicen, les hace entrar en contacto con seres de otros mundos.
“Vivimos una experiencia llena de mucho amor, de información, de presencia de las naves. El miedo disminuye porque conforme nos juntamos nos vamos sintiendo uno”, asegura una integrante.
Los expertos apuntan que, en principio, no son una secta y aunque muchos los acusan de negacionistas y de realizar orgías, los vecinos dicen que no son peligrosos, por lo que ninguno de ellos realizó una denuncia al respecto.
Para dar con el origen de este movimiento de la familia Arcoíris hay que remontarse a principios de la década de 1970 en Estados Unidos. Algunas fuentes apuntan a que la semilla la plantaron dos jóvenes llamados Barry Plunker y Garrick Beck luego de asistir a un festival de música en Portland. Querían unir comunas, hippies y nómadas en una suerte de organización apolítica de personas con “ideas afines en el planeta”.
Sus reuniones son anuales, tienen una duración de unas cuatro semanas y cada año cambian de ubicación. Esta se decide al final de cada encuentro. Se reúnen y se vota dónde se celebrará el del año próximo. La primera tuvo lugar en 1972 en Colorado. En aquella se juntaron miles de personas para rezar por la paz mundial. Fue un éxito a sus ojos y repitieron un año más tarde en Wyoming.
El 15 de junio cambiará el ciclo lunar y, con eso, el destino de la familia Arcoíris. Mientras la comuna local de La Rioja (España) y los ayuntamientos de la zona deciden cómo abordar la llegada de los nuevos vecinos, más integrantes se van sumando al encuentro a pesar de la mirada indiscreta y permanente de un helicóptero de la Guardia Civil que sobrevuela la zona.