This is pretty moving.
— Robbie Raygun 📡 (@RobbieRaygun) October 24, 2022
Christopher Lloyd and Michael J. Fox C
Back to the Future. pic.twitter.com/1QZJPeYmtO
El actor Michael J. Fox y su amigo y compañero en Volver al futuro, Christopher Lloyd, fueron los protagonistas de una de las imágenes más conmovedoras para sus fans.
El tierno abrazo que se dieron en el marco del Cómic Con en Nueva York, hace tan solo unas semanas, dio mucho de qué hablar debido a la desmejorada condición en que se encuentra el intérprete de Marty McFly.
En estos días, Michael J. Fox dio una entrevista a la revista People y habló sobre un año doloroso en el que sufrió múltiples fracturas de huesos y lamentó la pérdida de su madre, en medio de su batalla de 30 años contra el parkinson.
“Estoy llegando a donde estoy caminando de nuevo de manera constante. Creo que es genial caminar solo. Es fantástico”, dijo Fox.
Aunque está cada vez peor, el actor mantiene su optimismo y activismo incansable ayudando a recaudar millones de dólares para la investigación de la enfermedad a través de su fundación, desde que lo diagnosticaron en 1991.
Pero ha estado sufriendo en silencio, lleno de mucho dolor. Su madre, Phyllis, murió en setiembre a los 92 años, y el año pasado sufrió nuevas lesiones, según cuenta Infobae.
En la conversación, tenida con la revista People, la estrella de “Volver al futuro” dijo que su condición empeoró el año pasado y afrontó nuevos obstáculos.
“Me rompí la mejilla, la mano, el hombro, me pusieron un hombro de reemplazo, me rompí el brazo derecho y luego me rompí el codo. Tengo 61 años y lo siento un poco más”, detalló.
Además, contrajo una infección después de la cirugía por su mano rota, y temporalmente no pudo usar la mano, provocándole problemas de equilibrio.
También ya le empezó a tocar su estado de ánimo. “Nunca fui realmente un tipo malhumorado, pero me ponía de muy mal humor y corto con la gente”, afirmó.
Ha sido una lucha, pero estoy feliz. Digo eso porque espero que en algún nivel las personas puedan encontrar la felicidad a pesar de lo que están pasando”.
— Michael J. Fox
Compañía
El actor está casado con la actriz Tracy Pollan, de 62 años, desde 1988. Comparten cuatro hijos: Sam, de 33; Aquinnah y Schuyler, de 27 y Esmé, de 21.
Fox aprecia más que nunca la resiliencia que aprendió de su difunta y espectacular madre y de su padre, William, quien murió en 1990.
La actitud de Fox también fue formada por actos de bondad, que experimentó al principio de su carrera, recuerdos que ahora atesora.
Después de dejar el colegio para ir a Hollywood, en 1979, encontró a una mujer crucial: Judith Weiner, una directora de casting que defendió al actor desconocido ante Gary Goldberg, creador de “Family Ties”.
Goldberg inicialmente quería a Matthew Broderick, pero ella luchó para que obtuviera ese trabajo y dijo que no haría el programa sin Fox.
Años más tarde, mientras filmaba “Doc Hollywood”, en 1991, en un pequeño pueblo de Florida, Fox se encontró recibiendo la inesperada hospitalidad sureña del difunto River Phoenix.
El gesto provino de una charla de ánimo que Fox dio en el set de “Family Ties” años antes, cuando Phoenix, interpretando un pequeño papel se sintió tonto al lidiar con una escena. “Le dije: ‘Bienvenido al negocio. Todo es una tontería’”, recordó el actor.
“‘Pero si te mantienes firme, puedes encontrar una manera de contar una historia que otras personas no pueden’”.
Fox se retiró de la actuación en 2020, dejando una carrera repleta de éxitos: tres entregas de “Volver al futuro”, “El secreto de mi éxito” y “Casualties of War”, y papeles televisivos en “Spin City”, “Rescue Me” y “The Good Wife”.
Difícil
Durante la mayor parte de su carrera, memorizar líneas le había sido fácil. Pero el Parkinson puede afectar la parte cognitiva. “No podía concentrarme en una línea. Así que no lo hice más”.
A pesar de su enfermedad, Fox está breteando en un documental de AppleTV+ que se estrenará en 2023, del cual puede decir poco, excepto: “Se trata de mí y de muchas formas diferentes de ver mi vida.
“Mis hijos más pequeños nunca me conocieron sin Parkinson. Sam tenía 2 o 3 años cuando me diagnosticaron. Y hay una cierta libertad que debes darle a alguien que tiene Parkinson. Puedes elegir qué tan amable ser y cuánto hacer, y cuánto saber no hacer. Eso es todo acerca de la empatía”, afirmó.