Melissa Mora: ‘Estoy capacitada para llevar una corona aquí y hasta fuera del país’

Melissa Mora está por cumplir tres meses de casada. Y como ya es una señora quiso cumplirse un deseo antes de volver a ser madre y dejar para siempre el modelaje.

La ramonense se inscribió en el certamen de belleza Señora Costa Rica, que organiza la empresaria Marisol Soto y en el cual también se inscribió Yanessa Salas, la esposa del entrenador morado Wálter Centeno.

Meli aseguró estar a la altura de las más de 73 señoras (son 74 con ella) que se anotaron como precandidatas. Las 15 finalistas que queden de ese grupo serán presentadas a la prensa en agosto.

Conversamos con la también cantante, quien confesó que su único deseo es ayudar a las causas sociales que patrocina el concurso, que tiene ya 14 años y cuya ganadora deberá representar al país en Mrs. World. cuya sede está por definirse.

–¿Por qué decidió meterse a un concurso de belleza?

Quiero participar porque Señora Costa Rica es un concurso que tiene algo muy bonito, que es ayudar a una fundación, a los niños, tiene obras de beneficencias muy bonitas. Entonces, si Dios y las personas que estén en el jurado me dan la oportunidad de ser reina podré ayudarlos.

Aunque no llegue a ser reina de belleza sé que Señora Costa Rica va a tener seguidores míos que van a aportar en esa causa tan bonita que hacen y si llegara a ganar creo que podría hacer con las otras reinas de belleza trabajos sociales muy bonitos.

– ¿Por qué lo intenta hasta ahora?

– Porque antes de ser mamá, porque quiero ser mamá de nuevo, me gustaría trabajar un poquito en obras sociales pero guiada por varias compañeras porque a veces uno no puede solo. Me encanta Señora Costa Rica porque sé que va mucho con la niñez y si hay algo que me motiva son los niños, tengo mucha afinidad con los chiquitos.

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– ¿Para cuándo están planeando bebé?

Este año quiero enfocarme en trabajar para crecer en mis negocios y mi hija necesita mucho de mi tiempo así que, antes de ser mamá nuevamente, que espero que sea en un año y medio o dos años, poder desarrollarme como mujer y sé que Señora Costa Rica me va a hacer crecer espiritualmente.

–¿Ya había participado antes en un certamen de belleza?

En los inicios de mi carrera como modelo, en el 2006, participé en un concurso de belleza y aún no tenía ni 18 años, mis papás tuvieron que firmar un permiso. Fue el Hawaiian Tropic y ganó Andrea Salas, la actual esposa de Keylor Navas.

Pienso que para ir finalizando mi carrera como modelo me gustaría participar en el Señora Costa Rica porque ya después, si tengo un hijo no voy a poder disponer de tanto tiempo para hacer algunas cosas.

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– ¿Los concursos de belleza siempre estuvieron en su mente?

No, después de Miss Hawaiian Tropic me alejé de los concursos. Me han llamado para participar en algunos (no dijo cuáles) pero siempre había querido estar superalejada. Decidí cambiar de opinión con Señora Costa Rica por la labor que hace.

–¿Qué le ha dicho su esposo al respecto?

A él no le gusta que yo me exponga tanto porque van a surgir críticas, pero él me apoya en todas mis decisiones y sabe que lo hago de corazón (el participar). Quiero meterme porque mi etapa en el modelaje la voy a ir dejando y quiero cerrar mi carrera con un concurso de señora.

– En la página de Facebook del certamen varias personas la han señalado y aseguran que usted no está a la altura de un concurso de señoras, ¿qué opina de eso?

A mí no me importa si llego a quedar o no porque al final sé que estoy haciendo las cosas de corazón.

En este país hay mucha gente moralista; de hecho, en el casting me hicieron la pregunta que si estaría dispuesta a usar trajes de baño más tapados y les dije que sí, aunque en realidad no debería ser así, porque uno no puede ser una persona llámelo así, moralista, no; una debe ser valorada como mujer en muchos aspectos, siendo guerreras, luchadoras, no ir solamente por lo físico.

Esos comentarios negativos ¿cuándo me han importado?, nunca. Al contrario, estoy muy a la altura de muchas mujeres que viven de apariencias y estoy capacitada no solo para llevar una corona aquí sino incluso fuera del país.