El caso de la demanda de Mauricio Hoffman y María José “Majo” Ulate en contra del youtuber Diego Bravo tiene un nuevo capítulo y es sorprendente.
El presentador de Teletica y su pareja habían demandado al creador de contenido a inicios de 2023 por el delito de difamación e injurias y ya en tres ocasiones se ha suspendido el inicio del juicio.
La última vez fue a mediados de agosto cuando se notificó que nuevamente el debate que estaba programado para arrancar el 30 de setiembre quedaba suspendido debido a que el abogado de Bravo tenía otro juicio en esa fecha.
El Tribunal Penal del II Circuito Judicial de San José informó que ahora se reprogramó para mayo de 2025.
Eso dio pie para que el presentador de De boca en boca y la maquillista decidieran tratar de conciliar al ver que cada vez se alarga más el proceso judicial.
Así lo confirmó a La Teja el abogado de la pareja, Rafael Rodríguez, quien indicó que días atrás tuvo un acercamiento con su colega Randall Céspedes, representante del youtuber, para ver si se llegaba a un acuerdo entre las partes para evitar esperar hasta el próximo año.
Sin embargo, explicó que una de las condiciones que pusieron Mauricio y Majo no le agradó mucho a Bravo.
“En esta última cancelación se abrió la comunicación para tratar de llegar a un acuerdo y, dentro de lo que a nosotros nos interesaba, era precisamente tener una disculpa pública de la parte que ofende a los ofendidos, en todo lo demás estábamos de acuerdo. Sin embargo, la situación de generar esta disculpa en las redes sociales y en la red que él tenía (su canal de YouTube) es lo que echó atrás la posibilidad de llegar a un acuerdo, de aquí parte el hecho que ciertamente, estemos señalados de nuevo para el 15 y 16 de mayo del próximo año”, dijo.
Rodríguez señaló, además, que al comprobarse que los videos donde Bravo hablaba de ellos ya no están en la red, pues, al parecer, fueron borrados, también dio pie para plantearse la posible conciliación.
Hoffmann por su parte nos dijo que él más que nadie quisiera terminar ya con todo este proceso, pero que no les queda más que seguir esperando.
“Yo más que nadie y María José quisiéramos terminar ya con esto o haberlo terminado desde el año pasado, pero no se ha logrado y ya no es una cuestión nuestra”, nos dijo.
Desisten de los millones
Rodríguez agregó que otro de los puntos que le presentaron al defensor de Bravo es que cada quien se hiciera cargo del pago de las costas y desistir de la acción civil que pretenden sus clientes, pero ni así accedió el demandado.
Según había trascendido, Mauricio y Majo pretenden que se les pague 5 millones de colones a cada uno si se comprueba que hubo un delito.
La pareja denunció que en sus videos Bravo cometía un delito contra el honor al referirse a la maquillista por medio de un sobrenombre; sin embargo, su defensa siempre ha alegado que dicho “apodo” no se lo puso él.
“No nos interesa el dinero de la acción civil porque no era el fin que Mauricio y María José tenían, lo que nos interesa precisamente es que la persona reconozca que cometió un error al establecer este tipo de manifestaciones, con aquella creencia que como lo decían otros, eso dice él, que como lo decían otros él podía decirlo, pero es que cualquier persona que propague la ofensa está llamado a poder ser sancionado por el delito de difamación e injurias, delito contra el honor de las personas”.
“El proceso lo que nos puede llevar es a que se genere esa sentencia que determine que el delito de difamación se generó y con la posibilidad, inclusive, que se condene a pagar costas procesales o la indemnización que se tiene dentro de la acción civil presentada”, explicó el abogado de Mau y Majo.
Rodríguez señaló que la decisión de acabar con la demanda ya no tiene nada que ver con que ellos ya estén cansados o no quieran seguirle pagando, al ver que cada vez se retrasa más, porque el precio de sus honorarios los cancelaron desde un principio.
Cuando él me dijo de la conciliación le mandé una lista, muchos de los puntos yo los propuse”
— Randall Céspedes, abogado de Diego Bravo
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No hay intención
El abogado Randall Céspedes también conversó con La Teja sobre este acercamiento que hubo entre las partes y mencionó que en un inicio estuvieron de acuerdo en dar por terminado el proceso, pero bajo otras condiciones que, obviamente, dejaban por fuera la disculpa pública grabada que la contraparte pide a cambio.
“Nosotros siempre hemos creído que Diego es inocente de los delitos que se le achacan porque siempre tiene que valorarse la intención de la persona y así hipotéticamente, si lo que ellos dicen en la acusación se dio de esa manera (faltar al honor) hay también que analizar cuál fue la intención de mi cliente, que es informar bajo la línea de comunicación que él hace, que es un estilo, y eso está lejos realmente de venir a dañar a una persona y nosotros presentamos pruebas, que fueron admitidas por el juez, para demostrar que ellos dos toda su vida personal la ventilan en sus redes sociales”, dijo el defensor del influencer.
Céspedes agregó que si tienen que seguir esperando “cinco años más” lo harán, pero que igual ellos cuentan con una lista de condiciones que de ser aprobados todos los puntos podrían evaluar nuevamente llegar a la conciliación.
“Nosotros consideramos que no hay nada de qué disculparse, mi cliente es un comunicador, tiene su estilo y nunca ha tenido la mínima intención de dañar a los ofendidos”, agregó Céspedes.