Maureen Salguero, la querida “Tía”, sí estará este año en las corridas de toros, a pesar de su más reciente operación; eso sí, no saldrá en ninguna televisora.
La expresentadora de canal 8 fue fichada por la producción general de los Toros a la Tica, que son las corridas del Centro de Eventos Pedregal.
Precisamente, este año tanto canal 6 como canal 7 estarán en este redondel, por primera vez, y ella será la encargada de animar al público de las graderías durante todas las corridas que van del 25 de diciembre al 5 de enero.
La Tía lleva 25 años de trabajar a la par de los toreros improvisados, por lo que estar este año de vuelta la tiene muy feliz y deseando que se escuche el primer sonido de “puuerta”.
Ella formó parte los últimos años del elenco de transmisión de canal 8, de Multimedios; sin embargo, este año no la contraron.
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Precisamente, hace unos días se sometió a una cirugía en sus ojos para tener una mejor visión y así no tener que usar más anteojos, pues el entrar así en un redondel representaba un peligro.
De hecho, nos contó que el doctor que la operó le regaló un toro de peluche, que le dio para que se relajara al momento del procedimiento y lo terminó bautizando “Doctor Claudio” en su honor.
“Fue en los dos ojos. En un ojo tenía miopía y en los dos tenía astigmatismo, entonces se hace una operación en ambos, nada más que el proceso es diferente para cada ojo. Es muy chiva porque tienen una camilla rotatoria en la que una máquina ya está programada para un ojo, te hacen la rotación, y llega a la otra máquina que va a trabajar con el otro ojo. Es una belleza, yo me sentía como en el espacio y la operación duró 15 minutos”, explicó.
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La Tía confesó que ella sufre de claustrofobia y que más bien esos pocos minutos los sintió como una hora, pero que al final todo salió bien.
En cuanto a su recuperación explicó que ya está de lo más bien, y que solo la primera semana tuvo que dormir con unos parches y usar unas gotas con antibiótico, por lo que ahora tiene la visión de una jovencita.
Maureen mencionó que su padre y sus dos hermanos mayores sufrían de lo mismo, y que también se habían operado la vista, y por eso no dudó en hacerlo previo al arranque de las corridas, para no tener que andar más con anteojos.
“Para los toros es peligroso andar con anteojos. Vos te metés con lentes al redondel y pueden pasar tantas cosas, es un peligro. Que te golpeé el toro, que te maje y que te quiebre los lentes, di te vaciaron los ojos. O tan sencillo, que estés en la barrera y en cualquier momento te caen tres, cuatro chavalos encima que vienen desesperados corriendo a salvarse y luego en ese toque me los quiebren. El redondel no es un lugar para andar con lentes menos si los necesitas para ver”, dijo.