El exanimador de TV Mejenga, Martin Scott Davis, requiere de la solidaridad de los ticos para una operación de cadera que necesita con urgencia.

El locutor tiene tres años de estar sufriendo por un desgaste de cadera que casi no le permite caminar y a su gran amigo, Alejandro Rueda, se le ocurrió hacer una campaña denominada 7000 a 1000 para ayudarlo.

Esto significa que si siete mil personas donan un rojito al Sinpe Móvil 6042-4226 se podría pagar su trasplante de cadera.

Según contó el limonense, el expresentador de TV Mejenga lo fue a visitar hace unos días a su casa de pura casualidad y notó que solo puede caminar con ayuda de un bastón y tras contarle sus situación decidió extenderle la mano.

“A él no le gusta que uno lo diga, pero Alejandro y Amelia Rueda me están ayudando con esta campaña y son los que han movido todo con los especialistas para ver si me pueden operar. La recaudación es más que todo por el costo de la prótesis que es altísimo”, explicó Scott, de 56 años.

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El caribeño contó que aunque tiene seguro con la Caja, le dijeron que debía esperar a que lo metieran en lista de espera. Sin embargo, un doctor privado le explicó que lo suyo había que operarlo lo más pronto posible sino iba a seguir experimentando dolores más fuertes o hasta perder la movilidad.

“Un especialista si usted tiene el dinero lo opera de una vez pero yo no lo tengo”,

—  Martin Scott

Lo dejó pasar

El animador por muchos años del restaurante La Caribeña mencionó que su mal se ha ido acrecentando con los años.

Fue en el 2018 que empezó a sentir un malestar en la rodilla que al final dejó pasar pero luego le pasó lo mismo con la otra pierna.

“Yo sabía que algo me estaba pasando, que no era sencillo, pero como había que seguir trabajando y seguir viviendo y no era tan fuerte el dolor yo hacía caso omiso, pero cuando fui al doctor sí era algo muy grave, no como yo pensaba. Es un trasplante de cadera lo que necesito y tenía que haberme operado hace como tres años”, aseguró.

Martín dice sentirse muy agradecido por todo el apoyo que le han dado algunos de sus amigos del medio como Tapón, Harold Wallace y Alejandro Rueda, quienes no lo han abandonado desde que se enteraron de su condición de salud.

Mientras logra conseguir el dinero para su operación está recibiendo terapias en una clínica privada gracias a la ayuda de un amigo.

“No puedo caerme porque es un peligro, me dijo el doctor. Por eso casi ni salgo. Yo camino 25 metros y tengo que descansar, no me puedo agachar ni para amarrarme los zapatos porque no llego y no me estoy quejando”, mencionó.

El animador dice que lo que más extraña son los eventos, a los que lleva rato sin asistir por la pandemia y su salud.

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