Marko Jara cuenta cómo la Virgen de Guadalupe lo curó de un quiste en la garganta

La oportunidad de ser unas de las estrellas de la sexta temporada de Dancing with the stars es para Marko Jara la confirmación de que los milagros de verdad existen.

El artista, vecino de El Tejar de El Guarco en Cartago, hace pocos meses había tomado la decisión de retirarse de los escenarios e irse a probar suerte en lo que fuera a Estados Unidos, debido a que su garganta, que es como su machete, ya no daba más a causa de un quiste.

Pero antes de jalar, el cantante de 33 años aprovechó un viaje que hizo a México para pedirle a la Virgen de Guadalupe que lo sanara, para así poder seguir haciendo lo que más le gusta.

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El milagrito llegó y vino acompañado de un montón de bendiciones para su vida. El brumoso se meneará al lado de Tatiana Sánchez a partir del 25 de agosto en el programa de Teletica y nos contó un poco más de su historia.

– ¿Cómo llegó lo de Dancing?

Fue una bendición para mí y llega en un buen momento de mi vida porque mi idea es volver a estar en la retina de la gente.

Fui al último que llamaron. Aunque sabía que mi nombre estaba en la lista, ya lo había descartado. Desde entonces ha sido una locura porque tenía la agenda llena para todo agosto y tuve que cancelar porque son muchos los compromisos con el programa.

– Usted estuvo al punto del retiro, ¿qué pasó después?

Sí, el año pasado me salió un quiste en la garganta y me tenía bastante mal, al punto que ya me iba a retirar. No podía ni hablar, pero como el canto es mi principal ingreso no podía dejar de hacerlo, hasta que hubo un momento en el que hablé con mi esposa y le dije que ya no podía seguir.

Fui a México de viaje y aproveché para pedirle a la Virgen de Guadalupe por eso. Cuando regresé estaba ronco y a la semana ya no tenía el quiste, nadie me operó ni nada, fue un verdadero milagro para mí. Nunca he cantando tan bien como desde noviembre a la fecha, nunca me había sido tan fácil.

Es algo difícil de creer...

Sí. Aunque yo soy muy creyente, cuando me contaron la historia de Juan Diego, que era a quien se le aparecía la Virgen, al principio decía que solo era una pintura, pero cuando fui a conocerla iba llorando y le pedí que me curara. Lo hice como un desafío para ella, que si era cierto que sana, que lo hiciera conmigo y así lo hizo.

– ¿Se había resignado al retiro?

Ya había decidido irme para Estados Unidos a trabajar y a descansar la voz por un tiempo, pero cuando llegué me revisé y me dijeron que ya no tenía nada, para mí es un verdadero milagro.

– ¿Cómo se cuida ahora?

El único cuidado que tengo es que ahora solo canto lo que me gusta, antes hacía un show bailable de todo, merengue, salsa, bachata, pero ahora solo lo hago con rancheras. Si necesitan algo más llevo a otra persona, pero yo solo me enfoco en eso.

– ¿Qué sueña a partir de esta nueva oportunidad?

Mi sueño es que se me reconozca como ícono de la música ranchera en Costa Rica, poco a poco la gente se va dando cuenta, lo respeta y se está acostumbrando.

– ¿Qué hace cuando no está cantando?

Me encanta estar en la casa, me trato de alejar un poco de la música y voy al cine o me dedico a estar con mi hijo. También me gusta mucho escribir poemas o historias, voy al gimnasio y cuando se puede voy a mejenguear.

– ¿Cuáles congojas ha pasado como papá?

Me acongoja que mi hijo está en la etapa de ser medio tímido y yo no soy así, entonces me da pena cuando no saluda, pero es parte del crecimiento, aunque sí me da penilla.

– ¿Cuál gusto se daría si tuviera en este momento la plata?

Grabaría el disco que siempre he soñado.

– ¿Cuál comida podría comer siempre?

Arroz, frijoles, huevo y plátano maduro. De hecho cuando voy a hoteles o países me va mal porque me gusta comer sencillo, si voy trato de armarme mi casadito.

– ¿En qué momento de su vida está?

Ahorita estoy centrado en mi familia, tratando de cumplir metas y sueños para llegar bien a viejito.