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Marilin Gamboa se levantó de madrugada, y con una taza de café en la mano brindó por el desarrollo personal y crecimiento del intelecto, el día que se cumplió un año de su divorcio.
La expresentadora de canal 7 se divorció el 19 de enero del 2024, según consta en el Registro Civil, luego de varios años de estira y encoge con su exmarido, el empresario Ramón Aguilar.
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Gamboa y Aguilar se casaron el 26 de setiembre del 2015, y en febrero del 2021 trascendió la separación de la expareja, quienes firmaron su divorcio a mediados del año pasado.
El día de ese aniversario, Gamboa se levantó a las 2 de la mañana porque inició con una mentoría para fortalecer sus capacidades en los negocios digitales, en lo que está metida de lleno desde que Teletica la despidió de canal 7, en setiembre del 2023.
“Compré una mentoría con uno de los mentores más destacados a nivel mundial y está en España, y solo me puede atender los domingos a las 10 de la mañana de allá y 2 de la mañana de Costa Rica. Son tres meses de mentoría, 12 domingos que vamos a estar en esto”, dijo Gamboa en pijamas, aunque con su cara y cabello bien arreglados.
Marilin reconoció que, si bien la hora y el día de las mentorías no son muy atractivos que digamos, eso lo está tomando con un regalo de amor propio, porque significa que está invirtiendo en ella.
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“Son 12 semanas bien intensas, pero que van a transformar mi vida, aunque sea una microparte, ya eso para mí es ganancia. Solo el hecho de haber tomado la decisión de invertir en mí, en mi intelecto, en mis capacidades, en desarrollar mis habilidades… para mí ya esto es un gran logro. Sacar ese dinero y no gastarlo en otra cosa: en zapatos, carteras, viajes. Sacar ese dinero e invertirlo en mí y en mi conocimiento que eso nadie me lo roba y nadie me lo quita.
“Y eso me hace sentir muy orgullosa, es parte del trabajo de amor propio, y lo quería compartir con ustedes, porque a veces realmente, nos compramos muchas justificaciones y decimos que no podemos avanzar por esto, por lo otro, por aquí, por allá, porque tengo que dormir, descansar”, agregó.
Marilin mencionó que nunca fue de pegarse fiestas, pero cuando lo hizo, trasnochó y sacrificó horas de descanso sin que eso le dejara nada, por eso consideró que este sacrificio vale la pena.
Fue en ese momento donde alzó la taza de café y brindó. “Si fui capaz de trasnochar por alguna fiesta, cumpleaños, un evento, ¿por qué no para el crecimiento del intelecto y desarrollo personal? Salud por eso”, finalizó.
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