María Centeno Ramírez es la tica más seguida en redes sociales, solo por debajo de Keylor Navas y Maribel Guardia.
A sus 30 años cuenta con 12 millones de seguidores en TikTok, 600 mil más en Instagram y 1 millón en Facebook. Y bueno, 16 mil en YouTube, plataforma que casi no usa para generar contenido.
Llegar a la cima no fue nada fácil para ella, porque se inició siendo toda una inexperta en el tema y por pura diversión; sin embargo, el verse derrotada por una situación que le pasó la hizo agarrar fuerzas y, hoy por hoy, más bien son las marcas las que la buscan para ofrecerle trabajito.
Conozca parte de la historia de esta influencer oriunda de Calle Fallas, de Desamparados, quien pasó de no tener nada a pagarse todo gracias a sus videos.
- ¿Cuándo empezó en este mundo de las redes?
Empecé desde los 17 años como a intentarlo, pero no funcionó, ninguna red social funcionaba, entonces como que deserté. Cuando ya tenía 20 años, decidí volver a intentarlo en la plataforma que, en ese momento, se llamaba Musical, que ahora es TikTok. Estuve manejándola, aproximadamente, unos tres años e iba subiendo de seguidores como muy lentito. De pronto, empecé como a descubrir que era ese contenido que le gustaba la gente en Costa Rica. Comencé a hacerlo, y me salió el tiro por la culata, porque cuando llegué a los 200.000 seguidores, después de tres años, ¡imagínate, 200.000 seguidores!, TikTok me dio de baja la cuenta.
- ¿Por qué se la bloquearon?
Me la tumbó que por intimidad, por motivos de intimidación, acoso, contenido no apto para menores de edad. Yo era muy inexperta, solamente empecé a hacer videos por pasatiempo, nunca lo quise ver como un trabajo, sino como algo que a mí me gustaba y me hacía feliz.
- ¿De qué era su contenido al principio?
Yo intentaba hacer lo que todo el mundo hacía y yo veía que a todo el mundo le funcionaba. Entonces, digamos, yo veía que la gente hacía como videos de YouTube, de retos y cosas así, entonces yo lo hacía. Veía que la gente hacía videos de TikTok bailando y cosas así, bueno, los hacía. Y no funcionaba, era terrible, horrible. Después de eso, fue que digamos, empecé a hacer videos. Nunca tuve un personaje, sino que simplemente siempre fui yo.
O sea, era yo misma, mi espontaneidad y mis pensamientos random; empecé a contar como anécdotas de cosas que me habían pasado tiempo atrás y cosas así, y eso empezó a gustarle a la gente y después fue que me la cerraron.
LEA MÁS: Melissa Mora destaca en prestigiosa lista encabezada por Keylor Navas y Maribel Guardia
- ¡Qué duro!... ¿Qué hizo?
Fue superduro porque venía empezando; tenía una situación complicada porque estaba con mi pareja y nosotros tenemos un chiquitico, que es de ella. Él ya está más grande (8 años), pero en ese entonces tenía tres añitos, no teníamos dónde vivir y lo hacíamos en la casa de mi abuelita, quien nos la estaba prestando. Estábamos en plena pandemia de 2020 y el perfil de TikTok me estaba dejando dinero por las transmisiones live. Tenía 200 mil seguidores, entonces poquita gente me buscaba para algún video o algo; entonces, cuando me la tumbaron para mí, fue devastador.
Me acuerdo que estaba en la casa y mi pareja, en ese entonces, era quien trabajaba, porque yo me quedé sin trabajo por el covid. La llamé llorando porque me sentía tan derrotada, como tan fracasada, de haberlo intentado tantos años y, simplemente, ahora que estaba funcionando, lo perdí todo.
Fue el hijo de ella, que es como mío, quien me dijo que no importaba, que volviéramos a abrir otra. Entonces, dije: ‘no importa, y así me tome otros tres años, pero no me voy a rendir’.
- ¿Y es cuando abre esta nueva cuenta?
Sí, empecé otra cuenta de TikTok. Yo le digo a la gente que mis mejores amigos y mis tutores legales fueron todo lo que consumía en televisión e internet durante tantos años. Yo consumía mucho contenido colombiano, mexicano, entonces, había como muchas palabras, no un acento como tal, sino palabras de esos lugares que, obviamente, se me pegaban de tanto estar viéndolo. Cuando empecé esta nueva página, la verdad es que yo dije: ‘no, voy a ser yo misma y voy a hablar como yo hablo, y voy a hacer como yo soy, y el que le guste que me diga y el que no, pues que no’.
- ¿De qué trataba el primer video que se le hizo viral?
Llevaba como tres o cuatro días de haberla abierto (la nueva cuenta) y era como una frase colombiana. No recuerdo qué fue lo que dije en el video. Fue un video súper sin gracia, lo subí supertarde. O sea, cuando la gente habla de redes sociales, hay un montón de gente que usted le dice: ‘que las horas, que los algoritmos, que los hashtags’, que esto, que el otro. Y yo subí eso sin nada, solamente agarré, subí el video como a la 1 a.m. y me acosté a dormir. Me levanté con 800 mil seguidores. Fue una locura porque tenía apenas como 5 mil. El video se había viralizado en cuestión de horas en España, en Colombia y en México. Fue una cantidad brutal de gente que empezó a seguirme en cuestión de horas. Para el primero de enero de 2021 tenía mi primer millón de seguidores. Fue superrápido. De ahí empecé a subir video tras video.
- ¿De qué trataba ahora su contenido?
Yo subía 10 o 20 videos diarios, muchas video reacciones, muchos pensamientos random, mucha anécdota y cosas que me habían pasado en la vida. Y me sentía tan llena, tan feliz, porque, verdaderamente, lo estaba logrando al fin. Y entonces, el mayor enfoque que yo tenía era primero divertirme. Era un pasatiempo increíble para mí. Hacer videos para las redes sociales y, en segunda instancia, el poder de una u otra forma, suena raro, pero ayudar a la gente.
La gente, a veces, dice cómo es esa estupidez de vida, cómo ayudar a alguien. Pero es que en mi adolescencia pasé por muchas situaciones, pasé por un cuadro de depresión en el cual tuve muchos pensamientos muy oscuros. Lo único que me despejaba la mente y me quitaba todo eso que tenía encima, era ver algún video, alguna estupidez.
LEA MÁS: Keyla Sánchez es la reina de Instagram en Tiquicia y nos revela algunos secretos
- ¿Cuándo vio que esto era un verdadero negocio?
Cuando empezó a generar más seguidores. Cuando tuve como dos millones, fue la primera vez que alguien me dijo: ‘¿cuánto me cobra por hacerme este video o este giveaway?’. Y mucha gente me buscaba, pero era que me mandaban regalías o te regalamos esto o el otro. Yo hablaba con mi novia y era: ¿y cuánto le cobro? ¿25 mil colones?, y así iba.
- ¿Por qué cree que empezó a crecer tanto?
Cuando empecé a crecer, yo dije: ‘no voy a dejar de crecer hasta que no sea el perfil más grande en toda Costa Rica’. Le metí un empeño increíble. Cuando llegué como a los cuatro millones de seguidores, empecé a tocar puertas. Si me iba a algún centro comercial, algún evento y la gente me reconocía, yo decía ‘¡hola, tu jefe o algún encargado, a quien le pueda dar mi número!’. Entonces empecé a tener más trabajitos. Ya habíamos salido de la casa de mi abuela, mi papá me estaba ayudando, porque estaba estudiando en la universidad, administración de empresas con énfasis en mercadeo y ventas, y seguía haciendo videos.
Un día nos fuimos para Alajuela, no teníamos ni un plato en que comer; nada, ni una refri y venían abriendo Top Outlet y me reconoció una muchacha del área de ropa. Nunca se me va a olvidar, me tomé una foto, y entonces le dije: ‘por ahí está su jefe’. Hablé con un señor extranjero superintimidante, me presenté, le dije que tenía cuatro millones de seguidores, que si en algún momento necesitaba publicidad, le dejaba mi número, y me llamó para un viernes negro. Para ese entonces estaba cobrando 50 mil colones, pero no le iba a cobrar eso. Le pregunté que cuánto presupuesto tenía, me dijo tanto y acepté de una.
Él me dio una parte en pago y otra parte me la dio en mercadería y con eso, amueblé en mi casa. Le compré una cama a mi hijo. Fue lo primero que hice porque teníamos los colchones en el piso. Compré las camas, las cosas de la sala y así fuimos haciéndonos de las cositas. Con esa empresa estoy desde el 2021 y he trabajado con muchas más marcas.
LEA MÁS: Youtuber Celeste Rodríguez reveló cuántas cirugías se ha hecho y cómo fue su primera vez
- ¿Cuánto le han cambiado la vida las redes sociales?
Creo que tanto para mí como para todo mi entorno, yo no tenía nada. Nosotros empezamos, como dicen, en casa prestada, al día de hoy no tenemos casa propia, pero ya podemos pagar un lugar más bonito. Al principio íbamos siempre en bus para todo lado, y el año pasado ya Diosito nos dio la bendición de poder comprarnos un carrito.
Mi pareja ya no trabaja, sino que trabaja directamente conmigo. Ella va conmigo, me ayuda a grabar, me toma fotos, me ayuda a editar, me ayuda con todo. Al día de hoy, nos dedicamos 100 por ciento a esto, nada más. Yo congelé la universidad, porque hubo un momento en el que no tenía tiempo ni para las redes y ahora estoy por retomarla.