El periodista Marcelo Castro está pasando por un duro momento en su vida. No hace ni dos semanas dejó de trabajar en canal 7 para pasar más tiempo en su casa descansando y cuidando a sus amados perros, pero lamentablemente uno de ellos murió.
Ávatar era el peludito más chineado del comunicador y de su pareja, Johnny López, pues estaba con ellos desde que se fueron a vivir a San Isidro de Heredia hace más de nueve años.
Según recordó Marcelo, fue el peón de la construcción de su casa quien se los regaló para que cuidara la propiedad y desde el primer momento se convirtió en un gran amigo.
Hace unas semanas, Ávatar se robó el show en la despedida que le hicieron a Marcelo en De boca en boca, pues fue el que le terminó sacando las lágrimas frente a las cámaras cuando ingresó al set junto a Johnny.
Marcelo nos contó por qué Ávatar se robó su corazón.
– ¿De qué murió Ávatar?
No sabemos. El perro tuvo varias visitas a la clínica en años anteriores porque era un poco delicado, tuvo varias enfermedades. En esta ocasión sí estaba un poco obeso porque era muy chineado y se había acostumbrado mucho a la comida de la casa, él siempre esperaba que le diéramos arroz o restos de carne, pese a que el veterinario nos había dicho que no lo hiciéramos y el asunto es que se hizo muy obeso y creo que eso le pasó la factura, tal vez no una enfermedad grave, pero pudo sufrir un infarto o tenía muy alto el colesterol porque nada más lo encontraron muerto donde siempre se iba a echar.
– Entonces, ¿no se pudo despedir de él?
Yo lo vi en la mañana como abotagado, como que no quería levantarse y dije ‘está raro’, pero me fui para el gimnasio y ya después me llamaron para decirme que lo habían encontrado muerto.
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– ¿Este fue el primer perro de Johnny y suyo?
Había otro que habíamos llevado, que por cierto era un perro fino, era un husky siberiano y ese se nos perdió como dos años después, seguro se lo robaron. Es que Ávatar estuvo conmigo desde que yo me fui a vivir ahí y realmente se hizo mi gran compañero, el cuidador por excelencia y era el jefe de la manada. Fue el que llegó a reinar y se lo creía porque el bandido era celosísimo.
Yo digo que no era mi mascota, era mi amigo. Despuecito de él trajimos una perra grande, negra, que se llama Pandora, que se convirtió en el alma gemela de Ávatar, eran inseparables. Siempre andaban juntos y terminaron siendo nuestros compañeros en la casa, porque la propiedad tiene tres casas y los otros perros (tienen cuatro más) andan más por todo lado, en cambio Pandora y Ávatar siempre estaban ahí con nosotros.
–¿Siente que a Pandora se le ha dado la muerte de su compañero?
Sí, yo no la veo como deprimida sino que la veo como cabizbaja, un poco como pensativa y puede que en estos días ya sí la note deprimida cuando se dé cuenta que el perro no va a regresar.
–¿Qué hicieron con Ávatar?
– Ya le dimos sepultura en la misma propiedad, lo enterramos en el patio de la casa. Realmente he sentido el duelo de la partida de un amigo. Estamos pensando hacerle como una cruz de madera, con algo lo recordaremos siempre.
– ¿Alguna anécdota que no olvidará de él?
No se le podía poner bolsas de basura cerca porque las despedazaba. Él era muy bueno para cuidar la propiedad, pero era cariñoso con todo mundo, cuando uno tenía una visita y él veía que uno lo recibía era muy cariñoso y tenía una característica muy curiosa: a las mujeres les encantaba su cara y era muy dulce para las mujeres.
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– Por otro lado ¿cómo han estado estos primeros días libres después su salida de canal 7?
No crea, he tenido que hacer muchas cosillas, ni descansar he podido. Lo otro que me ha ocupado son las fiestas porque como acabo de cumplir 60 años (el 7 de diciembre), entonces, me la he pasado de celebración en celebración. Ya he tenido cuatro fiestas de cumpleaños, más las despedidas del canal, ha sido tremendo.
– ¿Tiene planeado algunas vacaciones?
Voy a ir a la playa un par de días con Johnny y después, para fin de año, vamos a salir del país unos días, vamos para Cartagena, es que a nosotros nos gusta viajar mucho.