La pandemia volvió a traerse abajo la elegante boda que Marcela Negrini y su novio, Gilberth Tercero Castro, tenían planeado realizar.
Pero la pareja está tan decidida a casarse, que mantuvo la fecha (próximo viernes 9 de abril), pero no el lugar, ya que optaron por convertirse en marido y mujer en Las Vegas, Nevada, Estados Unidos y no en Tiquicia como lo habían planeado.
La guapa nos contó todo lo que ha tenido que hacer en estos días para convertirse en la señora del farmacéutico guapileño.
–¿Es cierto que ya no se casa en el país?
Una boda lleva mucho planeamiento y como entré a estudiar (saca la licenciatura en Administración de Empresas), estudio todos los días de cinco de la tarde a diez de la noche y estoy con mi otro trabajo de fotos todo el día, así que casi no me quedaba tiempo y me costaba mucho organizar todo. Además no podemos invitar a toda la gente que siempre ha estado con nosotros y si se nos queda alguien por fuera nos iba a doler (solo podían ir 30 invitados), así que lo cambiamos.
Tercero fue el de la idea de que nos casáramos por la iglesia aquí, pero luego me dijo: ‘Marce, hagámoslo como lo habíamos planeado inicialmente’. Así solo nos vamos nosotros para allá, todo es más simple y yo no me tengo que estresar tanto.
– Pero ya tenían temas adelantados de la boda, ¿qué pasó con eso?
Teníamos la iglesia y el lugar de la recepción (se iban a casar en San José), pero como tenemos que hacernos la prueba del covid-19 en estos días para salir del país, estamos previendo que si no podemos salir nos casamos aquí. Es que con esto de la pandemia todo es muy incierto.
– Antes de la pandemia había contado que se iban a casar en Nueva York, ¿sigue igual?
No, nos vamos a ir a casar a Las Vegas.
– ¿Con toda la familia y el padrecito incluido?
(Risas) Nos vamos nosotros dos.
– ¿Y qué pasará con los testigos de la boda?
Allá tenemos dos amigos (viven en Nueva York) y ellos nos van a servir de testigos. Como la gente va mucho a casarse allá, ya está lista la capilla y si quiero me puede cantar Elvis Presley (risas). Ya tenemos algo adelantado con la contratación, pero nos vamos a ir unos días antes para ver el lugar y todos los detalles.
Uno contrata un paquete que trae maquillista, fotógrafo y lo recogen en una limusina en el hotel. Es un paquete muy completo.
– ¿Al final no los va a casar el sacerdote amigo de la familia?
Él nos quiere casar, por lo que si lo hacíamos en Nueva York iban a ir los papás de Tercero y el padre también iba a viajar con nosotros, pero como ahora todo cambió, solo vamos nosotros dos, nos casamos y nos regresamos.
LEA MÁS: Marcela Negrini se casará en el extranjero y se llevará al cura en el avión
– ¿Cómo hacen para certificar el matrimonio en el país?
Tenemos que irnos unos días antes para sacar un permiso al municipio del estado de Las Vegas, que es una licencia para casarnos, igual uno la certifica allá y aquí se hace la certificación en el Registro Civil.
– ¿Qué les dijeron los suegros al saber que ya no pueden entregarlos en la iglesia?
Tercero habló con sus papás y ellos le dijeron que lo que a él lo haga feliz a ellos también. Ellos con lo que nosotros decidamos están bien.
Por eso, la familia nos hizo una despedida de solteros hace unos días en el que compartimos con ellos y pasamos un momento muy bonito.
–¿Van a hacer alguna transmisión virtual para que la familia los vea?
Sí, vamos a hacer una transmisión por Zoom para que estén presentes.
–¿Qué va a pasar con la luna de miel?
Íbamos de crucero, pero ya no podemos ir porque no han dado el permiso naval. Por la pandemia no saldrán cruceros hasta después de julio.
Nos casamos allá y nos regresamos para irnos unos días para Guanacaste, nos vamos a ir para Santa Teresa, Tamarindo, donde nos vamos a quedar una semanita.
– ¿Se piensan quedar solo con esa boda?
Después vamos a hacer algo acá cuando ya se pueda reunir a más gente, para casarnos estando presente la familia de los dos.
LEA MÁS: Marcela Negrini se casa en abril y jaló a traer el vestido de novia a Estados Unidos
– ¿Cuántas despedidas de soltera ha tenido ya?
(Risas) Van cuatro. La familia nos hizo una muy linda en Guápiles, mis amigas más cercanas me hicieron un día de chineos en un salón de belleza, y el otro día en Puntarenas me hicieron otra unas amigas.
Y otra a la que no llegué (risas), ya que ese mismo día las empleadas de las farmacias de Tercero nos tenían una despedida para los dos ,pero yo estaba en Puntarenas con la otra sorpresa.
– ¿A Tercero ya le hicieron la despedida de soltero?
No, a la que yo no llegué nada más. Nadie quiere hacerle despedida, los amigos dicen que no se comen la bronca conmigo (risas).
– ¿Ya sabe qué va a llevar a la boda que sea azul, viejo y prestado?
(Risas) Yo nunca he sabido nada de eso, pero el otro día estaba viendo una película y mencionaron el tema, así que le dije a mi amiga Karencita (no dijo el apellido) que tenía que ayudarme porque yo de esas cosas no sé.