Una madre brasileña muy orgullosa de su hijo y a la que no le importa el qué dirán decidió pintar su casa con los colores del arcoíris para celebrar la homosexualidad su retoño Bruno Menegueli Fonseca, de 22 años.
Este gran gesto de amor lo tuvo Adriana Menegueli, quien decidió sorprenderlo para hacerle saber que no tiene nada de malo tener una orientación sexual distinta.
Ella contó a la prensa de su país que un día ella lanzó el comentario de que lo iba a hacer en tono de mofa durante un almuerzo familiar y que todos se rieron, sin embargo, días después, se puso manos a la obra aprovechando que Bruno regresaba a su casa luego de estar un tiempo en Río de Janeiro.
El joven se enteró de la sorpresa debido a que varios de sus amigos comenzaron enviarle fotos de la casa, ubicada en el municipio brasileño de Anchieta, pues todos estaban asombrados de cómo estaba quedando pintada.
Y, aunque se suponía que se trataría de una sorpresa, el hecho no dejó de halagar al hijo, que no esperaba esa clase de apoyo por parte de su madre.
“Yo bromeé diciendo que podía pintar la casa como si se tratara de una bandera LGBTI, pero esto me pareció un apoyo total; un acto de valentía y amor”, dijo Adriana.
Su hijo contó que desde niño sufrió de prejuicios por bailar junto a sus compañeras mujeres y por otras cosas que en ese tiempo eran mal vistas en un hombre.
“La casa del arcoíris fue una forma de gritar respeto y respetar la diversidad”, dijo el joven.
Aunque la homofobia aún sigue existiendo en todo el mundo y de ella no se salva nadie, esta madre buscó una forma creativa de combatir el odio hacia su hijo sin recurrir a la violencia.