Después de varios días complicados y de estar lejos la una de la otra, Lynda Díaz se reunió por fin con su hija, Coco Roper, para acompañarla en el proceso que está pasando y para tener un detallito que le llegó al corazón a la luchadora mujer.
Madre e hija se volvieron a ver luego de varias semanas distanciadas y, además, de llevarla a comer un heladito a Coco y a su pequeña Ellie, Lynda también le complació un antojo que tenía Roper.
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Según contó en sus redes sociales, Coquito se estaba quemando por un arrocito con pollo hecho por la cuchara de su mamita,
“Antojada de que yo le preparara un arroz con pollo sin nada de vegetales porque a la gorda le gusta así, todo licuadito”, afirmó en sus historias.
A pesar de que Coco ha demostrado ser una mujer muuuuuy fuerte, no cabe dudas de que el apoyo y el cariño de la mamá, nunca están de más.