Lussania Víquez dejó el miedo atrás para denunciar, este jueves, un calvario que está viviendo desde hace meses. Eso sí, reconoce que meditó mucho antes de hacerlo público, por temor al qué dirán y a eventuales represalias.
En un “reel” de Instagram, la presentadora de Repretel contó que su familia fue víctima de una supuesta estafa luego de suscribirse a un servicio por el que pagaron varios miles de dólares y que, al final, no recibieron.
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Reconoció que el asunto la tiene a ella y a su esposo, el doctor Jorge Sáenz, bastante enojados y frustrados, y aclaró que decidió hablar del tema en sus redes para generar conciencia y evitar que otras personas se vayan en todas.
“Les confieso que tengo muchos meses de estar tratando de hacer este video pensando en si debo o no hacerlo porque uno tiene miedo de que se le juzgue del por qué lo hizo y también miedo porque uno no sabe con quién está tratando, porque uno no sabe qué tipo de personas están detrás de estos negocios, pero es importante no quedarse callado, creer en que Dios nos cuida y nos protege y que hay justicia divina”, afirmó.
Lussania relató que hace unos meses a su esposo lo contactaron de una supuesta agencia de viajes para ofrecer una serie de beneficios y ventajas a las que podrían acceder contratando el servicio.
“Como parte de su gancho, utilizaron una parte de la pauta que han hecho en medios de comunicación en donde periodistas han viajado y han ido a Copa América y entonces uno cree que todo es muy cierto, le dijeron a mi esposo que para pertenecer a esta plataforma y obtener el montón de beneficios y opciones tan maravillosas que nos estaban dando, había que pagar 3.650 dólares en cuotas”, dijo Lu.
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Al tipo de cambio actual, 3.650 dólares son alrededor de 1,9 millones de colones.
Según la colocha, la propuesta les resultó tentadora y decidieron comprarla porque les daban facilidades de pago en 60 cuotas; sin embargo, la sorpresa se la llevaron después.
“Mi esposo paga y se da cuenta al otro día que no eran 60 cuotas, le cobraron los 3.650 dólares de un solo. Cuando él pregunta y va a la agencia casi no lo atienden porque le dijeron que solo con cita, que ya ahí está como medio extraño. Después de varias semanas logra que le contestaran y le dicen que no, que así es la cosa”, señaló.
Ahí empezó un estira y encoge. Lussania ubicó al gerente de la empresa y este le mencionó que el dinero se lo iban a devolver por medio de un abogado, pero después el hombre le dejó de contestar y la plata sigue sin regresar a la cuenta, a pesar de las denuncias que han presentado.
Lu no detalló si el plan era ahorrar para ir a un viaje familiar a futuro, lo que sí explicó era que con el inicio de pago de las cuotas les prometieron el envío de una contraseña para acceder a un sitio con ofertas exclusivas de viaje. La contraseña tampoco se las enviaron.