No cabe de duda de que Lorna Cepeda se ha sentido como en casa en su paso por nuestro país, al punto que se ha traído las costumbres que tiene de toda una vida para aplicarlas en Costa Rica.
Una de ellas es una muy curiosa, que es la de inventarle segundo nombre a los demás.
A partir de que ella entra en confianza con alguien, le encarama un nombre más, que en la mayoría de ocasiones no es el que la otra persona tiene. Lo que llama la atención es que no se le olvidan ni se le confunden, por lo que una vez que entran a su mente, no hay forma de que salgan. ¡Por suerte nadie se ha molestado cuando ella lo hace!
El caso más claro es del su bailarín Michael Rubí, a quien ya la gente que la sigue solo conoce como Michael Andrés. Así lo llama en ensayos, durante el baile y en cualquier momento que se refiere a él.
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“Lo mejor de todo es que la gente cree que es verdad. Michael solo se llama así, pero a mí la gente me pregunta por Michael Andrés. Es una costumbre que tengo, no tengo idea por qué es que me inspiran esos nombres, lo vacilón es que ellos lo aceptan igual y lo toman como si de verdad ese fuera el segundo nombre”, aseguró la colombiana.
A Kevin Vera le dice Kevin Ernesto, al periodista Walter Obando le dice Walter Eugenio, a Alhanna Morales le encaramó Alhanna Marcela, a Jazhell Acevedo la reconoce como Hazel Jazhell, a Erick Vásquez lo llama Erick Julián y así con todas las personas que tiene cerca cada día.
Para ella es una manera de demostrar cariño, aprecio y confianza hacia la otra persona.
Según la actriz de Yo soy Betty la fea, ser parte de Dancing with the Stars le ha permitido tener un concepto de los ticos bastante bueno.
“Con todos he hecho muy buena amistad, a Gaby (Jiménez) le digo mi Gaby porque es mía, Kim (Loaiza) también, con Mambito (Núñez) he hecho muy buena química que me cae superbién, con Mauricio (Hoffman) igual.
“Para mí los ticos son queridos, buena gente, son maravillosos, yo veo a la gente de producción y siempre están dispuestos a ayudarte, pero digamos que ese es su trabajo pero también lo veo con los bailarines, esos se ayudan. Es una competencia pero si uno no sabe y los profesores quieren darte un ejemplo, llaman a otro y eso me parece superlindo, también he visto que los oficiales de seguridad son amables, me encanta que la gente es muy colaboradora, eso es lo que he visto del tico en general. Siempre andan viendo qué se necesita, no solo conmigo sino con los demás”, agregó.
Química
Si hay alguien que ha ayudado tanto dentro como fuera de la pista para que La Peliteñida se sienta tan cómoda en nuestro país ese es definitivamente Michael.
Un consejo, un abrazo o una simple mirada bastan para que la pareja se entienda y refleje esa química que tienen en la pista.
“Desde el primer día que lo conocí fue muy lindo, gracias a Dios me tocó con él porque la química fue de inmediato, esto es un contacto obligado e imagínense que no nos hubiéramos llevado bien. Es increíble, me resultó buena gente y le tengo mucha admiración como profesional y como persona, también me gusta el sentido del humor que tiene. Hemos llegado al punto de que nos miramos y ya sabemos de qué estamos hablando, ya sé que cuando le da rabia algo explaya la nariz y por eso estoy muy feliz”, dijo ella.
Por su parte, el bailarín afirma que encontró en Lorna a una diva de las buenas y eso lo ha impactado.
“Al principio, cuando decía alguna palabra, me tocaba preguntarle que qué era, cuando dijo por primera vez espicharse lo hizo frente a cámaras y yo me sorprendí, cuando me dijo qué era resultó que era apretar la barriga y le expliqué que aquí significa otra cosa, entonces me ha tocado aprender de sus dichos para que ella se sienta cómoda y acompañada.
“A mí me asustaba mucho ensayar con ella, estaba aterrado, porque he trabajado con muchas personas en el medio pero era diferente ir a trabajar con alguien tan importante e influyente en el medio artístico, pero como hubo química tan linda porque ella es muy humilde, yo digo que es una diva de las lindas, de las que uno de verdad quiere tener al lado, he llegado hasta creer que es una amiga con la que yo puedo contar y eso me lo ha demostrado y eso de verdad que no tiene precio”, afirmó Rubí.
Sobre la semifinal, la actriz dijo que está con miedo pero deseando que llegue el día para demostrar por qué merece luchar por el trofeo.
“Le tengo terror a esta semana porque ya no quedan más que dos programas y el domingo se tienen que ir dos, yo solo espero que no me echen en la semifinal. Nos está yendo muy bien con las calificaciones, hasta obtuvimos el paso de la noche y eso nos motiva mucho para ir a la final”, añadió.