Locutora de Vox se baila los prejuicios con su alegre forma de ser

A Ariana Arana normalmente se le suele ver bailando o con una sonrisa de oreja a oreja, mientras derrocha energía y buena vibra.

Esta joven josefina, de 26 años, es periodista y la vida la llevó a convertirse en locutora de programas de radio de corte juvenil.

Inició en Exa F.M, lugar donde estuvo tres años y medio y desde hace unas semanas se convirtió en una de las voces de Vox (105.5 F.M.) en su relanzamiento, una emisora juvenil que pretende revivir sus mejores años, como a principios del 2000.

Ari también es coreógrafa de música urbana en diferentes academias y le he tocado bailarse todos los prejuicios que se encuentra una persona cuando quiere crecer y hacer lo que le gusta.

–¿Se considera más bailarina que locutora?

Creo que se dan duro porque hubo un momento de mi vida que pensé que el baile era mi prioridad, pero no podía dejar lo otro. Ahora siento que la radio está de primero, pero no puedo dejar el baile. Trato de ir turnando mis pasiones, que de hecho lo estoy haciendo con un proyecto en redes que se llama ‘Bailo lo que pienso’ y hablo de todo y en donde fusiono las dos cosas que me gustan que son el baile y el periodismo.

–¿Cómo ha sido su paso por la radio?

Cuando entré a Exa, que es la radio con mayor audiencia, no tenía ninguna experiencia y ellos buscaban a alguien así. Al inicio me temblaba la voz, tuve que aprender de todo y a resolver en el camino.

–¿Qué cosas vacilonas le han pasado?

Cuando tuve que entrevistar a Sech, el cantante panameño, que venía al país y estaba pegadísimo. Me dijeron que tenía que entrevistarlo y no sabía nada de él. Además me avisaron como media hora antes y me puse a ver lo que había hecho, así que cuando me tocó, me la jugué y pareció que yo era superfán de él.

También recuerdo que se me salió una mala palabra en vivo, de inmediato recibí una llamada de mi jefe para decirme que tuviera cuidado. A veces mandan esos saludos que si se une el nombre y el apellido se forma una vulgaridad, entonces recuerdo que lo dije con tantas ganas que hasta lo pasaban por WhatsApp, pero ya uno va aprendiendo.

LEA MÁS: Un laboratorio lleno de música y entretenimiento llegó a Vox F.M.

–¿Le gustaba escuchar radio antes de estar dentro?

Sí, de hecho yo llamaba con mis amigas del cole a pedir una canción, también en el carro de mi papá me acostumbré a escuchar radio. Sé que ahora mucha gente escucha Spotify, aunque yo creo que el tema de la interacción y de la sorpresa de no saber cuál canción sigue es la magia de la radio.

–¿Cuál es su esencia como locutora?

Creo que soy buena vibra y simpática, soy de las que anda positiva siempre y así soy yo en todo lado. Yo creo que la vida es muy complicada, pero también muy linda y siempre es bueno que se lo recuerden a uno.

–¿Cómo se convence usted de eso?

Es todo un tema porque en redes sociales hay que cumplir con ciertos estereotipos, dentro del mismo gremio es peor porque durante muchos años se ha exigido que las mujeres tienen que ser de una manera, con un pelo de cierto tipo o vestirse de alguna forma, yo me di cuenta que yo no era esa chica, me han discriminado por ser así, yo soy urbana y siempre ando en tenis.

Ha sido una lucha grande entender que si quiero ser de una manera, lo cual está bien, no tengo que limitarme a patrones. Me di cuenta que tengo mucho que dar y que no hay razón para que los estereotipos tengan que frenar lo que quiero hacer y es algo contra lo que sigo luchando porque me siento diferente a los demás.

–¿La pava es parte de su estilo?

Yo estuve sin pava muchos años, me la hice para diferenciarme de otra bailarina cuando estuve en Tu cara me suena y se convirtió en algo que muchos aman o que otros odian, incluso me han dicho que no me dan una oportunidad porque mi pava no calza con el perfil que buscan.