Lorenzo Salazar Morales, recordado con cariño como Lencho Salazar, músico y folclorista nacional, fue despedido este jueves 29 de agosto en la Basílica de Nuestra Señora de las Piedades, en su natal Naranjo.
Su trayectoria musical y su pasión por la cultura costarricense lo llevaron a convertirse en una leyenda y su legado permanecerá gracias a sus temas típicos como: “Maicerita Mía”, “Tango”, “Ahí Viene El Ángel”, entre muchos más.
El hijo mayor del querido artista costarricense, don José Manuel Salazar, conversó con La Teja minutos antes de que se trajera el cuerpo de su padre y nos contó su sentir en este duro momento.
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“Usted me puede ver a mí, así estamos todos en la casa (serenos). Nosotros lo cuidamos muy bien a él, le dimos mucho cariño, mucho acompañamiento, el próximo diciembre hubiera cumplido 93 años. Él estaba desahuciado desde que tenía 75 años, entonces nosotros, gracias a Dios, tuvimos la oportunidad de extender esa vida con cuidado y amor”, indicó don José.
Mientras esperábamos el inicio de la misa, tuvimos la oportunidad de conversar con Emeterio Viales, otro ícono musical del país que también se ha ganado el cariño del pueblo costarricense.
“Tengo recuerdos lindos con Lencho, que fue un gran folclorista que dejó tanta enseñanza. Lástima que tal vez la juventud no aprecia todo eso de las tradiciones, lo nuestro de este país tan bello. Yo tuve la dicha de trabajar con él desde los años 80″, mencionó don Emeterio, quien llegó muy bien representado con los símbolos patrios en su camisa.
Para Emeterio, es importante que se recuerde a Lencho y que se siga su legado, principalmente las personas jóvenes.
Doña Xinia Barrantes Salazar, familiar del folclorista, lo describió como un gran ser humano, carismático y cariñoso.
“Algo que me gustaba mucho de él (de Lencho), eran sus programas, una cosa preciosa. Lo llenaba a uno escuchar un ratito el programa de él, entonces esas cosas a mí me llenaban mucho”, agregó doña Xinia.
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Una despedida muy típica
La iglesia se empezó a llenar poco a poco y los trajes típicos no faltaron, incluso la esposa del músico, doña Ana Solano, llegó también con un vestido blanco y azul.
El sacerdote Luis Fernando Vásquez, dio inicio al funeral con unas palabras de fe. Después de esto, una de las hijas del compositor, Águeda Salazar, expresó su agradecimiento a los presentes y recordó momentos con su padre.
La actividad estuvo llena de música y se realizó un homenaje con canciones emblemáticas de Lencho que representan la cultura del país.
También hubo una presentación de Fiorella Alfaro, una joven de 22 años que aprendió con el folclorista desde que tenía 10 años y ahora continuará con su legado.
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“Él me pidió que siguiera poniéndole al folclor porque todos los exponentes como él, Mayela, Emeterio, pues ya son mayores y que él ocupaba gente joven. Yo era muy chiquitita y tenía mis dudas, no sabía absolutamente nada, pero él ya sea para algún homenaje o reportaje, me llamaba a mí y con ayuda de mi mamá, nos hemos metido más de lleno en la investigación y rescate de la cultura y aquí estamos”, explicó Fiorella.
El cuerpo de don Lencho reposa en Candelaria de Naranjo y su amado acordeón, instrumento que lo representó siempre, adorna su fosa.