Laisa, el famoso torero improvisado, tiene el objetivo de regresar a los redondeles lo antes posible, pese a que quedó seriamente lesionado en la corrida del domingo en Pedregal.
Es tanta la pasión de Paterson Esquivel Guillén por enfrentar a los cachudos que, aunque los doctores del hospital de Alajuela le advirtieron que debe reposar el pie por al menos 22 días, ya este fin de semana espera estar de vuelta en el ruedo.
El torero fue levantado por una vaquilla en la corrida de la tarde de este 8 de enero, luego de evitar que el animal golpeara a una mujer. El lado izquierdo de su cuerpo fue prensado contra la barrera y la mayor parte del golpe se lo llevó en el pie izquierdo, donde años atrás le habían hecho una reconstrucción a raíz de una fractura.
Para su gran fortuna, los placas de Rayos X determinaron que no tenía fractura sino un esguince grado 2 y solo lo mandaron a andar con un vendaje especial por dos semanas.
Es por eso que ya está planeando estar este 13 de enero en las primeras corridas de las fiestas de Herradura, donde ya lo habían contratado para que fuera a hacer de las suyas con su personaje.
“El problema es que el golpe es exactamente donde están todos los tornillos y las platinas, entonces la recuperación no es igual que cualquier otra, hay que llevar reposo por lo menos unos 22 días, me dijo el doctor, pero no creo que yo dure tanto ahí queditico, lo veo muy complicado, porque el 17 cumplo años (44) y siempre lo celebro en las fiestas de Herradura, en Jacó, y ya había anunciado que estaría allá en las corridas”, dijo desde su casa en Alajuela.
De hecho, como no lo dejaron internado en el hospital, el mismo domingo se fue para las fiesta de Pedregal a despedirse de los ganadores y demás personal del redondel donde estuvo trabajando desde el pasado 25 de diciembre.
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Fin y principio duro
Aunque Paterson estaba muy feliz de regresar a los toros, luego de recobrar su libertad el año pasado, su fin y principio de año no fue tan especial como se lo esperaba.
Esto porque el 31 de diciembre recibió la noticia que le mataron a su segundo hijo mayor, quien vivía en Guápiles con su madre.
Según contó, al joven de 22 años le dispararon en varias ocasiones desde una moto cuando estaba en las afueras de su casa. Las razones reales del ataque dice desconocerlas.
“Para mí fue un golpe complicado porque mientras todo el mundo estaba celebrando su año nuevo, yo lloraba un hijo. A esto, además, se le suma que era mi primer año en libertad para celebrar con mi familia y ese día a las 9 p.m. me metí a mi cuarto porque quería estar solo y no quería abrazos, no le veía un motivo de feliz año o de felicidad”, contó.
Laisa tiene seis hijos, que estaban muy preocupados al saber que una vaquilla lo había lesionado y que lo mandó directo al hospital. Ahora él está bajo el chineo de sus papás, quienes esperan que no haga loco y en verdad no se vaya a meter al redondel tan pronto.
Esquivel trabaja entre semana en una empresa recicladora de aparatos electrónicos en la zona franca de El Coyol de Alajuela y, según contó, sus jefes ya lo llamaron para ver cómo seguía de la embestida.