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A principios de junio la noticia de Bradley Cooper e Irina Shayk se separaban no parecía sorprender a Hollywood.
El actor y la modelo rusa ponían oficialmente fin a una relación de cuatro años (y de la que nació Lea, hoy de dos años).
Los rumores sobre la ruptura llevaban meses. Se hablaba de un flechazo que el mundo había presenciado en la última entrega de los Óscar: el de Lady Gaga y Cooper, quienes tenían una química que traspasaba la pantalla.
Ahora la revista In Touch, que cita a una asistente del actor, asegura que la cantante ya se instaló en el piso que Bradley tiene en Nueva York, y que su indumentaria de lujo cuelga en el armario que perteneció a Shayk.
El medio estadounidense dice que la pareja protagonista de la película Nace una estrella “ya no tiene que esconderse más”.
"Ella ya le dio su toque personal al departamento, en West Village, y planea hacer alguna reforma", detalla la publicación.
La rubia tiene 33 años. Su nuevo amor, 44. La trama de pasión trascendió el guion de “Nace una estrella”. En el filme, él es Jackson, estrella de la música country con problemas de alcoholismo, que descubre el talento de Ally, una joven cantante de la cual se enamora.
Según alguien cercano al entorno de la pareja, “no hay duda de que están enamorados. Mudarse juntos fue el siguiente paso lógico”.
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El furor por este dúo crece y en las redes sociales se evidencia. Claro, a la par crecen los rumores, muchos disparatados. Se habla hasta de que la pareja “estaría esperando a su primer hijo en común”.
La portada de In Touch tiene a Lady con las manos en el vientre y el delirio de los fans se acrecienta con la imagen.
