Un indigente ingresó a una de las mansiones de la modelo Gisele Bündchen y el jugador de fútbol americano Tom Brady y se sintió tan cómodo que hasta se quedó ruleado en uno de los sillones del chozón.
La policía de Brookline, en las afueras de Boston, Estados Unidos, se presentó en la casa en horas de la madrugada después de que la compañía de seguridad que monitoreaba la mansión informó que se habían activado las alarmas y que habían visto a un intruso ingresar.
Cuando los policías entraron se llevaron la sorpresa que el hombre estaba acostado en un sillón ubicado en el sótano, ruleando como si estuviera en su choza.
En ese momento no había nadie en casa. Tom Brady y su familia se mudaron a Florida después de que firmó con los Tampa Bay Buccaneers.
La policía describió al sospechoso como un hombre sin hogar, de 34 años y su nombre no fue revelado. El sujeto enfrenta ahora cargos de allanamiento de morada, dijo la policía.
La mansión, que está dentro de una propiedad de dos hectáreas, está a la venta, según informó el medio The Boston Globe y se dice que su precio ronda los $33,9 millones (más de ¢20 mil millones).
Gisele también tiene una propiedad en Santa Teresa de Cóbano, donde pasó gran parte del inicio de la pandemia junto a su familia, según informaron algunos medios extranjeros.