El humorista Renzo Rímolo estuvo hace unos días como invitado en un pódcast en el que confesó que convive con una enfermedad crónica desde sus 17 años.
La revelación la hizo en un pódcast de YouTube, llamado Extraordinariamente Normal, en el cual habló, además, de cómo surgió en la radio y como comediante.
En medio de la conversación, el comediante contó que en su época del colegio lo diagnosticaron con la enfermedad de Crohn, que es una afección crónica que causa inflamación en el tracto digestivo, afectando, principalmente, el intestino delgado y el colon.
El ganador de la segunda temporada de Dancing with the Stars (2015) reconoció que recibir una noticia a esa edad lo afectó mucho, porque se perdió de muchos momentos bonitos del colegio por estar en el hospital.
“Justo en la flor de mi juventud, cuando uno se está graduando y hay serenatas, y fiestas de compañeros, y diversión, di a mí se me despertó una enfermedad crónica que me ha estado acompañando hasta este punto de mi vida (va para los 36). Mis 17, 18 y 19 fueron muy difíciles; o sea, yo me perdí serenatas, me perdí el paseo de la generación a la playa, todo el mundo hablando de historias, de locuras que pasaron, y yo en una camilla del Calderón Guardia.
“Sí, me perdí de cosas en mi vida por mi tema de salud, pero al final de cuentas aquí sigo luchando. Por dicha vivimos en un país como Costa Rica y, sí, puedo decir que la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) me ha ayudado un montón con este problema crónico”, agregó.
Rímolo mencionó que esta es una enfermedad inmunológica que ataca ciertas partes de su sistema digestivo y que eso le ha generado úlceras, hemorroides, fístulas y experimentar dolores muy fuertes.
“Uno de mis peores dolores que todavía recuerdo y, de verdad, que no hay nada más feo y ahí es donde empecé a pensar qué duro cuando uno tiene una herida en esas partes del cuerpo que se usan constantemente. Cada vez que yo iba al baño a hacer del dos, mae se lo juro, era tan doloroso que yo me metía una media en la boca y yo salía sudando y llorando”, dijo.
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Gracias a los tratamientos médicos ha logrado controlar el dolor y cada 15 días se inyecta y ahora cuida aún más su alimentación.
El humorista agregó que se dieron cuenta que algo pasaba con su salud porque adelgazó mucho de un pronto a otro, y que fue un profesor del colegio quien alertó a su mamá. Además, porque le dolía mucho cuando iba a defecar y en muchas de las ocasiones era con sangre.
A pesar de ello, agradece seguir teniendo una vida casi normal y tener el apoyo de su familia, que ha sido lo primordial en el tratamiento de su enfermedad.