La joven Karolina Reyes, quien dejó a todos sorprendidos con su participación en ¿Quién quiere ser millonario?, entrenó desde niña para llegar a la silla caliente.
Karo contó que cuando tenía ocho años su mamá, Vanessa Avendaño, le compró un juego de mesa de preguntas, muy parecido al del programa de Teletica, y que este se convirtió en su favorito.
Además, para aprenderse la materia de la escuela su mamá jugaba con ella de esta forma, poniéndole distintas opciones y tenía que elegir la verdadera, por eso sus ganas de ir a audicionar. Es decir, al final su juego de infancia se hizo realidad y le dejó buena platica.
La estudiante de la carrera de Ingeniería en Construcción es tan analítica con sus decisiones, como se pudo ver en el programa, por eso aunque tiene algunas opciones no quiere apresurarse y gastar los milloncitos en lo primero que se le antoje.
Además, hasta ahora le está haciendo números al premio, pues a ella no le gusta contar los pollitos antes de nacer.
“Para que el premio sea válido tiene que pasar el programa al aire, entonces, todos estos días me he mantenido muy tranquila, no puedo tomar en cuenta un dinero que todavía no tenía. A partir de ayer si he estado pensando qué hacer, pero no tengo nada definido, quiero invertirlo o gastarlo en algo bueno, porque si uno empieza a gastar por poquitos se me va muy rápido”, dijo la joven de 22 años.
Entre sus opciones está comprarse su primer carrito, nada modernito, pero aún no está tan segura.
La participante, además, dejó sorprendidos a los televidentes con su gran tranquilidad al contestar y pese a que dijo que le daba nervios estar en la silla caliente ni se le notaron.
Asegura que el practicar yoga la ayudó mucho a mantener la calma en un momento tan tenso como cuando no sabía la respuesta y tenía que optar por algún comodín.
Hasta el momento es la que ha logrado ganar más dinero en el concurso de preguntas de Teletica.
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Muy felicitada
Con lo que está más sorprendida esta vecina de Aserrí es con la cantidad de seguidores que le aparecieron de la noche a la mañana en sus redes sociales y con el montón de felicitaciones que ha recibido.
“No creí que tanta gente me iba a escribir, que tanta gente me iba a comentar, entonces, estoy muy feliz porque fueron comentarios muy positivos en las redes sociales. Hasta profesores de la universidad me escribieron para felicitarme y para decirme que se sentían muy orgullosos”, mencionó.
Tanto madre como hija se inscribieron juntas, pero al final solo la llamaron a ella, por eso también quiere compartir el premio con doña Vanessa.