Al expresentador de Sin Complejos, René Barboza, le regresó el alma al cuerpo. Él nos había contado que el pasado 20 de febrero andaba muy dolido porque la gatita de su familia había desaparecido.
El también cantante contó que Kitty aprovechó que alguien, por un descuido, dejó el portón abierto y se salió. Todo dueño de gatos sabe la angustia que eso significa.
La gatita negra vivía en casa de su tía y por más que la buscaron por toda La Florida de Tibás, de donde son vecinos, nada que aparecía.
Desesperados pusieron avisos en los poste de luz de la comunidad y la buscaron por días. Hasta recompensa estaba ofreciendo René a quien se la devolviera, porque una de sus pequeñas sobrinas era la más dolida con su desaparición.
Resulta que más de mes y medio después, ¡Kitty apareció! y no saben dónde andaba la bandida.
Barboza contó que este sábado recibieron la mejor noticia de todas luego que una muchacha la reconociera al verla en la calle.
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La gatita, al parecer, se metió en un lote baldío por ese mismo sector de La Florida y se la pasó por ahí deambulando.
Llegó al patio de una casa y su dueño decidió sacarla a la acera porque estaba en muy malas condiciones hasta que una vecina reconoció que era Kitty.
“No la tenía nadie, ni nada, la teoría es que ella se perdió en unos lotes, unos montazales, porque apareció en un patio que los colindaba. El señor la sacó porque ya estaba como moribunda y una muchacha sale y dice: ‘¡uy, esa es la gata que han estado anunciando!’, llamaron a mi hermana, yo llegué y sí era”, contó René.
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La gatita estaba muy desnutrida y en muy malas condiciones por lo que la llevaron de una vez al veterinario.
“Kitty maullaba, pero ya cuando la trajimos al veterinario, le hicieron transfusiones, le hicieron de todo, pero no aguantó, estaba muy debilita y ya murió, seguro no tomaba agua ni comía bien”, dijo muy dolido.
Al final por recomendación médica le hicieron la eutanasia para darle una muerte digna, pues no iba a poder reponerse después de tantos días sin comer. La alegría no duró mucho.
Lo único que reconforta a René y su familia es que pudieron estar con Kitty hasta su último suspiro y despedirse de ella con mucho amor.