El mejor jugador de baloncesto de la historia mundial, Michael Jordan, tiene desde hace una década un ‘debe’ en el mundo del real estate. El as del baloncesto, por más que lo intenta, no logra vender su lujosa mansión ubicada a las afueras de Chicago. Según versiones periodísticas, el ex deportista estaría dispuesto a seguir bajando su valor de mercado, con tal de conseguir “un novio” a la propiedad.
La mansión tiene en su reja de entrada el número que solía llevar Jordan en su camiseta de los Chicago Bulls con la misma tipografía.
Fuentes cercanas al exjugador de los Bulls sostienen que el valor al que Jordan estaría dispuesto a poner la propiedad en el mercado es una cifra cercana a los US$14,8 millones de dólares. Cabe destacar que la estrella del básquet sacó al mercado este inmueble hace 10 años por US$28 millones.
La mansión “embrujada”, como se la conoce desde hace un tiempo a la propiedad, está desarrollada sobre un terreno de 2,8 hectáreas y cuenta con nueve habitaciones, 15 baños, una cancha de básquet reglamentaria y un putting green de golf. A pesar de todas las comodidades que este inmueble cuenta, no ha conseguido cerrar la operación y ha tenido que rebajar el activo hasta casi la mitad de lo que pedía en un principio.
Como curiosidad, lo cierto es que se llegó a programar una subasta para buscar comprador y, curiosamente, se encontró. La cifra se situó cercana a los US$13 millones , pero un problema a la hora de concretar los documentos oficiales, abortó la operación, a último momento. Y otra vez la casa sigue en oferta y sin nuevo dueño.