Aunque pareciera que tiene más, no por su apariencia, sino porque la conocemos desde muy pequeña, María González Roesch tiene apenas 30 años, de los cuales más de la mitad se los ha dedicado a la televisión.
La bella presentadora y periodista creció en Guadalupe y rapidito encontró la manera de que le dieran oportunidad en anuncios y luego en RG Elementos, donde estuvo por seis años, gracias a su encanto y carisma.
La guapa comunicadora nos contó un poco sobre lo que es crecer entre flashes y las miradas de un país.
-¿En qué momento supo que se iba a dedicar a la televisión?
Siento que lo traigo de nacimiento, pero mi primera experiencia fue a los seis años en un anuncio comercial para la televisión, fue de Pipasa, nunca se me va a olvidar.
-¿Cómo se dio?
Mi familia siempre ha sido muy artística y tengo un tío que siempre ha estado en contacto con el medio porque es músico y por ahí empezó todo, mis papás me llevaban a audiciones porque vieron que me gustaba.
-¿Fue amor a primera vista con las cámaras?
Sí, yo recuerdo que antes de eso, me paraba frente al espejo, en el cuarto de mis papás y agarraba una botella o un cepillo y ahí empezaba a actuar o hacer mis comerciales, era un mundo imaginario, pero siempre me gustó. Estuve haciendo anuncios, jingles, locuciones para radio, me acuerdo una de Meneítos que me marcó, otra de no jugar con pólvora, eran varios, pero me gustaba mucho.
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-Luego de eso, ¿qué vino?
Recuerdo que tocaba violín e hice una presentación, por casualidad no llegó la maestra de ceremonias y me pusieron a presentar a mí, era muy pequeñita, pero me la jugué y ahí estaba una de las mejores amigas de la productora de RG Elementos, de Laura Vásquez, le gusté y ella le habló y de nuevo, por casualidad, estaban buscando a una presentadora. Ahí tenía como ocho años.
Fui a hacer casting, me llamaron y ahí vino toda la carrera en tele, estuve en RG Elementos como unos seis años.
-¿Después de eso se alejó un tiempo?
Sí, completamente, estudié Administración y según yo, Derecho, empecé a trabajar en un bufete y no me gustó, pero llegó un punto de mi carrera en que supe que había un vacío y necesitaba volver a la comunicación y me puse a estudiar Periodismo.
-¿Qué tiene el mundo de las cámaras que le gusta tanto?
No sé, yo me siento como en casa, es algo que se me da natural, espontáneo, es mi zona de confort, soy feliz. Tengo una memoria privilegiada, se me hace sencillo aprenderme textos y eso me va abriendo puertas.
-¿Cómo fue la experiencia en Dancing with the Stars?
Sí, cuando Teletica me llamó para bailar, estaba muy feliz, sorprendida, participé aunque no bailaba nada y se me empezaron a abrir puertas de nuevo, ya llevaba tiempo de no estar en cámaras y por suerte funcionó la apuesta, porque tuve que renunciar al trabajo donde estaba.
-¿Cuáles puertas se le abrieron?
Brinqué a TD Más en la parte de deportes. TD Más radio, un programa liderado por mujeres, estudié periodismo deportivo y fue una gran escuela, eso sí, no me gusta tanto el deporte, me di cuenta. Me tocó cubrir partidos, lo disfrutaba, pero sabía que lo mío era más la gastronomía, la moda, los espectáculos y todo eso.
Después me volvieron a llamar a Dancing, pero ahora a presentar, ya estaba lista, con madurez, confianza y eso me alegró mucho. Para mí hay un antes y un después de eso, porque me abrió las puertas a toda la comunidad de redes sociales, que actualmente es parte de mi trabajo.
-A su vez estaba en Conexión, eso es algo que no cualquiera puede hacerlo por ser un programa de Repretel...
Sí, estuve en los dos medios y me lo permitieron, fue muy bonito ver que me dijeran que estuviera tranquila, por ser espacios muy diferentes y que no compiten entre sí y eso me encantó.
-¿Se siente influencer?
Me gusta más el término ‘embajadora de marcas’, con el tema estratégico y digital más que todo en Instagram, TikTok me ha costado un poco.
-¿Da para vivir solo con redes sociales?
Claro que sí, sí da, de hecho es mi trabajo principal en la balanza. Tengo un horario cambiante, dinámico y eso es lo que me gusta más de esto porque siempre hay algo nuevo.
-¿Piensa tener hijos?
Sí, me encantaría, no es que estoy planeándolo para ya, pero tengo cuatro años de casada y me gustaría, creo que sería una gran mamá.
-Si mira hacia atrás, ¿se sorprende al ver que creció entre las cámaras?
Sí, todo ha sido un aprendizaje, me moldearon para ser lo que hoy soy, me dieron mucha visión y me siento feliz y plena de trabajar en lo que me gusta. Mi familia dice que siempre supieron que yo me iba a dedicar a esto y me impulsaron para que usara el don que tengo.
-¿De sus siete hermanos, solo usted se dedicó a las cámaras?
De pequeños estuvimos involucrados todos, de hecho hicimos un disco de música, pero ahora cada uno tiene diferentes trabajos, desligados a la comunicación.
-¿Fue un grupo de hermanos?
Sí, se llamaba Euforia, sacamos dos discos, mi hermana y yo ayudábamos con los coros y mis otros hermanos componían, era muy lindo.
-También ha actuado...
Sí, no soy actriz, pero es algo que me apasiona, se me dio la oportunidad de estar en la película Buscando a Marcos Ramírez y también he podido estar en musicales.
-¿Qué le falta hacer?
Creo que esa parte de la maternidad, me gustaría construir una familia y hacer cosas con la unión de ellos.