La famosa "China" se meterá este sábado al redondel de Jicaral, en Puntarenas, para ponerle más sabor al programa Invierno Toreado.
Heidy Gómez Alemán tiene ya 15 años de ser torera improvisada, una pasión que heredó de su padre Rodolfo Gómez, un reconocido montador nicoyano.
Según contó fue a la edad de 18 años cuando se metió por primera vez a un redondel mientras su amigo "Yuca" le ayudaba a cuidar a su hija de apenas 8 meses detrás del tablado.
Aquella primera experiencia fue en Orosi de Cartago y quedó tan fascinada con la adrenalina que sintió al tener al toro a pocos metros que después decidió ir a Zapote. Desde entonces no se pierde una sola corrida.
Sin miedo a nada
"La China" pertenece al grupo de improvisados de La Teja gracias a que Mario Guadamuz vio su poder y valentía.
"Lo más bonito de ser improvisado es que no hace muchos amigos que después se convierten en parte de la familia", dijo.
Aunque hace como cuatro años una cornada le dejó una cicatriz para toda la vida en la pierna izquierda, Heidy adelanta que seguirá haciendo de las suyas en los redondeles porque es lo que más le gusta.
Su hijo "Miguelito", de 19 años, le sigue los pasos y, según contó Heidy, pasa más pendiente ella de cuidar que no lo levante el torito que él de protegerla de un levantín.