El príncipe Enrique de Inglaterra y la actriz estadounidense Meghan Markle ya eligieron el carruaje real, ese es solo un detalle que se une a los preparativos para una boda millonaria, con 600 invitados y miles de personas en las calles.
La pareja eligió una de las cinco carrozas Ascot (o "Ascot Landau") de las caballerizas de la reina Isabel II.
El carruaje será tiradO por Milford Haven, Storm, Plymouth y Tyrone, cuatro caballos grises del castillo de Windsor.
Durante el recorrido, informaron los voceros del Palacio de Kensington, la carroza será escoltada por el Regimiento de Caballería de la Casa Real.
Para los ingleses, los preparativos son primordiales y jamás dejan algo al azar. De este modo, conociendo el inestable clima británico, la Casa Real seleccionó el "Scottish State Coach", otro carruaje de la flota real, para transportar a los novios en caso de que una lluvia inesperada aparezca. Este carruaje, mucho más ostentoso que el "Ascot", suele ser utilizado por la reina Isabel II cuando recibe a dignatarios extranjeros y fue construido en 1833 para el rey Guillermo IV.
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Tradición de la familia real.
Carruajes como este son utilizados anualmente para transportar a la familia real a las carreras de Ascot, y también fueron utilizados en la coronación de Isabel II como reina de Escocia (1953), en la entronización del príncipe de Gales (1969) y varias bodas reales y visitas de Estado. El príncipe Enrique viajó en uno de estos coches en 2011, cuando fue padrino en la boda de su hermano, Guillermo.
El príncipe Enrique, de 33 años, y su novia, de 36, recorrerán la pequeña ciudad bajo la mirada de miles de personas.
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El recorrido comenzará en la puerta de la Capilla de St. George, donde se casarán el próximo 19 de mayo. Los esposos recorrerán gran parte de la ciudad, los parques reales y luego regresarán al Castillo de Windsor, donde ofrecerán una recepción a la que asistirá la reina Isabel II.
Previsiblemente, esta sería la primera actividad de Meghan Markle como miembro de la realeza británica, aunque todavía está por verse el título real que la reina le otorga a esta actriz divorciada, que debió abandonar su carrera cinematográfica para ser parte de la familia real.