La pequeña Kiara Rodríguez estuvo solo cuatro semanas en Nace una estrella, pero fue tiempo suficiente para dejarle una gran lección al país.

La niña, de 10 años, sufrió “bullying” en una escuela a la que iba y eso, como es natural, le afectó en lo psicológico.

Pero su fuerza y el sueño de cantar pudieron más que las burlas y las majaderías de los matones y ella cumplió la meta de participar en el programa del 7. Ahora es más segura y confía en su talento.

“Me siento tranquila, obviamente no me quería ir, pero así es el programa. Voy a extrañar a los compañeros y le agradezco a Teletica, a los profesores y a los jueces porque me ayudaron mucho”, dijo.

Kiara empezó a cantar a los 5 años y fue la madrina quien la motivó para que tratara de entrar a la competencia de canto y lo logró. Ya desde la pantalla conquistó a muchas personas con su dulzura y su voz.

Se despidió del escenario este domingo 23 con una presentación al mejor estilo de Selena y dedicada a su abuelita que falleció en el 2019 y que siempre creyó en ella.

Katherine Ortiz Vega, mamá de la minicantante, cuenta que desde el comienzo fue clara con la niña y le explicó que en cualquier momento podía salir del programa. Así son los concursos. Kiara entendió y por eso ambas --madre e hija-- están satisfechas por la experiencia.

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“Yo me asusté porque era una aventura nueva, aunque ya cantara desde pequeña, yo tenía nervios. Lo que hice fue prepararla diciéndole que podía quedar o no y lo mismo hice para la eliminación. Trato de ser transparente con mi hija, no me gusta tapar el sol con un dedo, le dije que iba de última en la tabla y que diera lo mejor de ella el domingo. Lo disfrutó y al final eso es lo importante”, comentó

Kiara comprendió el mensaje materno y la pasó bien.

“Me sentía muy feliz de estar ahí y de poder moverme un poco más con la canción de Selena, que me gusta mucho, al igual que las rancheras y las románticas. Ser cantante es un sueño que tengo y quiero seguir, creo que crecí como persona (en el programa) y aprendí a luchar por lo que uno quiere”, dijo.

Dura experiencia

A Kiara la tuvieron que sacar de una escuela de Cartago debido a que sufría “bullying”. Había compañeros que la vacilaban porque no pensaban que pudiera cantar siendo tan calladita.

“Me dolía muchísimo porque nunca confiaron en mí, me molestaban porque me gusta cantar y yo casi no hablaba en clases”, contó la niña.

Cuando entró al concurso habrán quedado sorprendidos.

“Yo digo que ella es de las niñas a las que agreden y no hablan porque no me decía nada. Me puse a investigar por que las profesoras me decían que le hiciera exámenes porque ella no hablaba, no escuchaba y no veía y Kiara me decía que no hablaba porque estaba poniendo atención, no porque no entendiera. Cuando se inscribió al Festival Estudiantil de las Artes, los chiquitos no entendían cómo iba a cantar si casi no hablaba y ahí empezaron con las burlas”, explicó la mamá.

Ahí tomó la decisión de pasarla a otro centro educativo.

“La metí a la escuela Cacique Guarco y para mí ahí es superespecial. La ayudaron mucho con el tema de la autoestima y ya podía estar y presentarse frente a la gente. Sé que hay secuelas que no se pueden borrar y que tal vez le afectaron en Nace una estrella”, añadió la mamá.

Kiara dejó la competencia, pero tanto ella como su mamá, saben que todo fue ganancia.

“La vida de uno cambia un montón, no es lo mismo ir a la pulpería a comprar pan. Vivimos en un barrio muy humilde y tuvimos mucho apoyo. Nos hizo gracia un día porque andábamos en Guadalupe (de Cartago), ella con gorro, mascarilla y hasta con bufanda, ni se veía, y una señora paró el carro para saludarla y felicitarla por lo que había hecho. Los niños también le piden fotos y autógrafos”, afirmó.

Para incentivar el talento y la pasión por la música, Kiara seguirá en clases de guitarra, así que debemos recordar su nombre porque en cualquier momento podríamos saber otra vez de ella.