Las aspiraciones que tiene Jonathan Coronado para su vida parecen deseos de niño; pero no, esa etapa la dejó hace algunos añitos.
A sus 30 años dice que sus anhelos son darle una casita propia a su mamá, volver a la radio o a la televisión nacional y conocer todos los parques de diversiones que pueda.
Jona es un pulseador que se viene destacando cada vez con más fuerza en Instagram, red social en la que se viene posicionando desde que renunció, en el 2020, a su brete como locutor de cabina en la emisora Momentos Reloj, de Central de Radios.
De cuchara simple | Fiel compañera | Su amor imposible |
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El pollo frito y la pizza son las comidas con las que Jonathan Coronado se chupa los dedos. | Dua, como la cantante Dua Lipa, es el nombre de la perrita de este simpático muchacho. La mascotita tiene tres años con él. | La cantante Ariana Grande es el amor platónico de Jonathan, dice que fue a verla cuando vino a Tiquicia en el 2017. |
A esa cabina radial llegó en 2017 y después de tres años renunció para estrenarse en la televisión.
Multimedios fue su casa durante seis meses del 2020. En el canal 8 tuvo un programa infantil donde dio minutos al aire a Jappy, un personaje que él inventó para venderse como animador de fiestas o actividades para niños.
Actualmente acumula casi 32 mil seguidores en Instagram, comunidad que, según él, le da “me gusta” a su página gracias a la marca personal que ahí ha creado.
“Soy un mae que le gusta hablar positivo a la gente y darles ese mensaje de amor propio”, dice este muchacho, quien actualmente vive en Hatillo, pero la situación económica de su familia los ha llevado a alquilar por muchas otras partes del país.
Además de animación y locución, Jonathan estudió Mercadeo en la universidad, pero aún no tiene el título, porque los derechos de graduación cuestan varios rojitos que él, por ahora, no tiene para pagarlos.
También por ese objetivo la pulsea este muchacho, que se describe como un emprendedor, porque le entra a todo. Trabaja como locutor, animador, edecán, presentador, bailarín y, también, es asistente de mercadeo de una reconocida tienda.
Todo ese carisma se empata con algunos dotes de galán y que le han significado alguno que otro piropo, pero aunque le pueden sobrar propuestas, el jovencito está solterito.
Jonathan tiene dos años sin andar de manita sudada, pero aclara, las puertas al amor no están cerradas.
Después de terminar la relación amorosa, él se concentró en sanar y fue ahí cuando se interesó por conocer y hablar sobre el amor propio. Lee y escucha todo lo que pueda sobre ese tema.
El cine, ir al parque La Sabana de vez en cuando a reflexionar sobre su vida o zambullirse en el mar, un río o un lago, también destaca entre sus aficiones.
Pero si hay algo que refleja su espíritu de niño, es el gusto que tiene por comer dulces y conocer parques de diversiones en el mundo.
De hecho, quiere conocer todos los que pueda y así lo manifiesta en el nombre de Dios, a quien encomienda todos sus proyectos.
La razón por la que le gustan tanto los turnos y parques de diversiones es bastante curiosa. Nos chismeó que en sus tiempos de niño, su papá participaba como torero improvisado en las fiestas de Zapote y su mamá trabajaba en uno de los chinamos.
Entonces, cuando terminaban las corridas de toros, el papá lo iba a buscar a casa para llevarlo a comer a las fiestas y montarlo en los carruseles con la platica que había ganado en la corrida.
De ahí nació su gusto por subirse en cuanto juego mecánico pueda y su gran deseo de conocer parques de diversiones, como los que tienen los gringos.
Pero va de a poquito, dice él, porque si algo tiene claro, es que los sueños se conquistan paso a paso. Él dice que va caminando a buen ritmo, aunque reconoce que en ocasiones ha querido correr.