Johanna Solano siempre se ha caracterizado por ser una mujer muy transparente y sin poses de diva a pesar de tener el título de Miss Costa Rica 2011.
Cuando se ha caído de su bicicleta no le ha dado pena mostrarse ante sus seguidores con las rodillas cholladas, bañada en sudor cuando termina de entrenar o toda despeinada cuando está limpiando su departamento.
La modelo y presentadora abrió una vez más su corazón para contar abiertamente que antes de ser mayor de edad ya trabajaba en una oficina y que no siempre su vida ha sido la de una reinita como muchos quizá lo piensan al verla en televisión o con su trabajo de influencer.
“Mi primer trabajo fue como encuestadora en un call center a los 17 años. Ayer un amigo me preguntó si alguna vez tuve trabajo de oficina, me hizo gracia su pregunta porque imagino que muchos de ustedes pensarán que no. No cuento estas cosas para que sientan compasión o empatía con mi historia, me gusta recordarlas y contarlas porque a veces se nos olvida que la vida de todos ha sido diferente”, recalcó.
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La presentadora de Nace una estrella contó que recién saliendo del colegio breteó como encuestadora y que aunque muchas veces soportó insultos o gritos, fue gracias a ese trabajito que pudo empezar a pagar sus primeras clases de inglés.
“Definitivamente era difícil, ya que trabajaba de 6 a.m. a 3 p.m. en San Pedro y vivía en Heredia, lo que significaba levantarme a las 3:30 a.m. para agarrar bus de 4:30 a.m., atravesar toda la avenida Central a pie y en tacones (trataba de verme presentable) para llegar a tiempo y después de las lecciones nuevamente irme a casa por la noche para comenzar de nuevo el día siguiente”, relató.
No todo fue fácil
La herediana, de 31 años, también contó que con mucho esfuerzo estudió Psicología mientras trabajaba en una multinacional, pero después le salió su primer brete como modelo en Guatemala y que tuvo que renunciar.
“Todo sonaba bien así que decidí darle una oportunidad y bueno, resultó siendo una completa decepción. Ese mismo mes estaba de regreso en Costa Rica, sin un cinco en la bolsa y sin trabajo”, agregó.
Luego de ser coronada Miss Costa Rica con tan solo 20 años se le abrió otro mundo de posibilidades laborales que la llevaron a vivir de las mejores experiencias de su vida.
“Me llegó el aviso de que buscaban presentadora en México para un nuevo programa de fitness. Envié mi casting grabado y luego con los pocos ahorros que tenía fui para hacer la prueba final. Con todo el susto del mundo y con los “4 chunches” que tenía me aventuré a vivir en otro país, lejos de todo lo que conocía y me daba seguridad, y hoy puedo decir que ha sido de las mejores decisiones de mi vida”, mencionó.
Joha asegura que sigue siendo “esa chiquilla de 17 años tímida, sencilla y con fe” y que no deja creer que “todo siempre estará mejor”.